El truco para conseguir que la masa de pizza quede esponjosa

Hacer pizza en casa desde cero, masa incluida, no es complicado y siempre merece la pena. Estará más rica a poco que nos empeñemos y, esto seguro, será una pizza más saludable.

En principio una pizza no tiene mucho misterio. Lo fundamental es hacer una buena masa y tener un buen horno. Ya, la mayoría tenemos un horno doméstico, así que se hará lo que se pueda... que puede ser mucho.

Si de pizza se trata, casi siempre se habla de conseguir una masa crujiente, pero puede que algunas veces la prioridad sea otra. Por ejemplo, hacer una masa de pizza esponjosa. La masa que tenemos que hacer es muy parecida a la que elaboraríamos para hacer pan. Lo fundamental es lograr que el aire entre en la masa.

Como ingredientes usaremos harina de trigo (400 gr), agua (250 ml), levadura de panadería (3 gr), aceite de oliva (2 cucharadas) y sal.

De forma circular

Para hacer nuestra pizza de masa esponjosa, empezaremos mezclando la harina y la sal. Luego añadiremos la levadura y volvemos a mezclar. A continuación, el agua y después el aceite.

Iremos removiendo todo, pero el truco está en hacerlo de forma circular. Lo que vamos a conseguir de esa manera es que el aire entre en el interior de la masa. Luego, dejaremos reposar.

Al recuperar nuestra masa (como un cuarto de hora después), ésta habrá aumentado de tamaño. Otro poco de aceite y amasamos. La masa en forma redonda que conseguimos la volvemos a dejar reposar otro cuarto de hora.

Y volvemos a hacer lo de antes. Sí, otra vez. Unas gotas de aceite... Y tras los últimos minutos de reposo, ponemos un poco de harina en la mesa y encima la masa. Mezclamos otra vez hasta hacer una bola, que dejaremos reposar otro poco.

Sólo entonces podemos convertirla en la base plana de nuestra pizza. El aire habrá entrado en el interior de la masa y ésta habrá quedado esponjosa.