Las consecuencias de mezclar dos aceites diferentes para cocinar

Una persona vierte aceite sobre una sartén, en una imagen de archivo.
Una persona vierte aceite sobre una sartén, en una imagen de archivo.
PIXABAY
Una persona vierte aceite sobre una sartén, en una imagen de archivo.

El aceite es uno de los productos utilizados en todas las cocinas, ya que es fundamental para elaborar todo tipo de platos, pero sobre todo es importante contar con este ingrediente cuando se trata de freír algún alimento. 

El aceite se vierte en la sartén y se calienta para, después, freír correctamente la comida. Sin embargo, cuando se acaba de cocinar, muchas personas guardan ese aceite y lo reusan, momento en el que puede acabar por mezclarse con otro tipo de aceite diferente. 

Mezclar dos aceites diferentes a la hora de cocinar puede traer algunas consecuencias, ya que no todos los aceites son iguales, no tienen la misma calidad ni la misma resistencia al calor. Tampoco se deterioran a la misma velocidad. 

¿Qué pasa si se mezclan aceites diferentes para cocinar? 

De hecho, en declaraciones de Lluís Riera, técnico en seguridad alimentaria en Saia: "El aceite, con su uso, se degrada produciendo compuestos polares. De hecho, las empresas que fríen mucho (fast food, churrerías, etc.) tienen aparatos para medir los compuestos polares, los cuales no deben superar el 25%".

Por tanto, al mezclar dos aceites de diferente tipo para freír, hay que tener en cuenta que van a tener diferentes grados de saturación y, por tanto, se acelera la producción de compuestos polares que alcanzan antes ese 25%. 

Exactamente lo mismo sucedería si usáramos aceite nuevo con aceite usado: el aceite viejo contaminaría el nuevo, acelerando su degradación, por lo que finalmente el chorro de aceite nuevo acabaría por estropearse más rápidamente.

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