Las fotografías del finlandés Perttu Saksa son de un dolor feroz y callado. Presentan una práctica que, hasta el pasado mes de enero, era común en Indonesia: forzar a macacos, encadenados y disfrazados de niños, a actuar en las calles de las ciudades. Un teatro cruel que no habla de monos, subraya el autor, sino de horror humano.
JORGE PARÍSDicen que la obra de esta artista, una de las renovadoras de la tradición escultórica de madera en Finlandia, cobra vida en los ojos y en la imaginación. Sus cuerpos mutilados, que en este caso incluyen crin y pezuñas de caballo, inspiran alarma, magia y cierta nostalgia por los cuentos infantiles de su tierra lapona.
JORGE PARÍSEl finlandés Riikko Sakkinem hace años que vive en un pueblo de Toledo. Por eso, su pancarta luminosa se hace eco de un problema que afecta a sus actuales vecinos, el desempleo. Desde ARCO les insta a pedir ayuda a su compatriota Papá Noel. Detrás, cuelgan sus divertidos platos de corte pop: "Vivo cerca de Talavera de la Reina y la cerámica me sale a buen precio", explica.
JORGE PARÍSLas obras expuestas en el stand de la galería DNA transgreden la perspectiva. Las agrupaciones de individuos de Clemens Krauss (cuadro del fondo) simulan constelaciones vistas desde arriba. En primer término, escultura de Mariana Vassileva, una apasionada de la transformación de los objetos cotidianos en otros totalmente distintos
JORGE PARÍSNo es la primera vez que el británico Julian Opie se asoma a ARCO; pero sus obras pictóricas de corte minimalista y tintas planas siguen contando, por igual, con el favor de los visitantes y de los compradores. En la imagen, Daniel (rostro y Robbie walking 1 (dcha).
JORGE PARÍSOlvidados sus antihéroes, el joven mallorquín Albert Pynia (izquierda ), apasionado del manga y de Jean-Michel Basquiat, introduce color y crítica en este homenaje en el que evoca la obra de Samuel Beckett. El sabor a tragicomedia se desdibuja entre acabados de colores intensos, planos y aires de cómic.
JORGE PARÍSTal vez no es la mejor obra de este francés afincado en Zaragoza, pero sí la que dio más titulares en ARCO 2014. Con un cabaré rancio y dos bailarinas de striptease de carne y hueso, Leto asegura que trata de representar "la falta de valores y de bases de los políticos". La obra se financió mediante crowdfunding y atrajo muchas miradas.
ATLASEs el cuadro con un precio más alto de toda la muestra 2014 (1.250.000 euros). Pintado en 1922, esta naturaleza muerta de corte cubista sigue desafiando al tiempo
JORGE PARÍSTras encerrar a Franco en una nevera para ARCO 2012, Merino no había vuelto a asomarse por la feria. Lo hace ahora, más recatado pero con la misma intención de denuncia. En esta ocasión, cubre con piedras preciosas unas máscaras que recuerdan a las de los hacktivistas Anonymous. Se trata de la imagen de aquellos que exprimen y explotan. Dense por aludidos los lobbies, las religiones, el poder económico y, también, los medios de comunicación.
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