Un infierno en Australia. Un caballo quemado al lado de una carretera muestra la gravedad de los incendios que se originaron en Kinglake, al noroeste de Melbourne.
Rick Rycroft/Pool/REUTERSUn koala llamado Sam bebe agua con la ayuda de un voluntario antiincendios de la CFA tras haber sufrido los incendios del sureste de Melbourne.
Mark Pardew/REUTERSLos restos de lo que fue felicidad. Un caballo de plástico de juguete que se quemó en un incendio forestal en Flowerdale, situado en el norte de Melbourne (Australia). La cadena de incendios comenzó el sábado pasado en el sureste de Australia, cuando la región llevaba dos semanas con una ola de calor sin precedentes que llevó la temperatura de los termómetros por encima de los 46 grados centígrados. Veintitrés fuegos siguen fuera de control en Australia tras ocasionar 181 muertos y 50 desaparecidos.
Catherine Best/EFEAlison Powell sostiene a su sobrina junto a los escombros de su casa que resultó devastada en un incendio forestal en Flowerdale, en el norte de Melbourne (Australia).
Catherine Best/EFEEl tiempo más frío ha ayudado a cientos de bomberos a empezar la limpieza de los incendios que se originaron por el aumento de calor en Melbourne.
Daniel Muñoz/REUTERSVista de un coche calcinado tras un incendio forestal en Flowerdale, en el norte de Melbourne (Australia).
Catherine Best/EFEVista general de los escombros de una casa que resultó devastada en Flowerdale (Australia).
Catherine Best/EFEUna voluntaria organiza las donaciones que ha ido dejado la gente para los damnificados de la ciudad de Kinglake, situada a 46 km del norte de Melbourne (Australia).
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