Las mujeres no se van de la cocina

¿Qué pasaría si fuera el hombre el que se queda preparando la comida y limpiando y es la mujer la que juega con la hija? Pues absolutamente nada, aunque parece que a la cadena de comida rápida Hardee's le costó pillarlo...

Un mundo de hombres

Tanto la imagen como el eslogan no dejan lugar a la interpretación. Una mujer le lleva el desayuno en la cama a un hombre, mientras que se lee "enséñale a ella que este es un mundo de hombres". Afortunadamente, ya no es así.

¿Puede abrirlo una mujer?

Por lo visto el hombre, con su fuerza sobrehumana, es el único ser capaz de abrir un bote de ketchup, mientras que las mujeres no tienen esa capacidad. Por eso esta marca inventó unas tapas que lo hacían posible. ¿Alguien se imagina un anuncio al revés?

Qué bueno es tener una mujer en casa

Este anuncio lo tiene todo para ser considerado tremendamente sexista. Un hombre pone el pie encima de la cabeza de una mujer cuyo cuerpo es una alfombra... El mensaje que acompaña a la instantánea tampoco está precisamente a la altura.

La mujer que quema la comida

"No te preocupes cariño, no quemaste la cerveza". Es el mensaje que le da un sonriente hombre a su mujer, que llora porque acaba de quemar la comida. Una vez más, a ella se la presenta como la encargada de las labores del hogar, mientras que él solo tiene que disfrutar de la cerveza.

Una buena tunda de azotes

La imagen tiene tela. ¿Qué le va a pasar a la mujer si su marido descubre que ella no ha comprado el mejor café? Pues que se va a llevar unos cuantos golpes...

El regalo perfecto para una mujer

Claro que sí. Este anuncio dice que las mujeres van a ser más felices el día de Navidad si Papa Noel las ha traído un aspirador. Pensar en regalos que de verdad ilusionan parece fuera de las opciones.

Otra vez en el suelo

La obsesión de esta empresa textil en tener a las mujeres por los suelos es digna de estudio. Una vez más, es él el afortunado que ha conservado su cabeza. Al menos esta vez, no la está pisando...

Sal de la cocina pronto

Una mujer agobiada ante la pila de platos que tiene que fregar, mientras que el padre está tumbado alegremente con el hijo. El reparto de tareas domésticas no estaba a la orden del día precisamente...

La mano en el culo

Parece que lo más normal del mundo era que si una mujer se ponía mallas al instante hubiese una mano en su trasero. Anuncios como este fomentan el acoso.