Letizia, el 50 cumpleaños de una reina con un perfil propio

Lleva casi dos décadas acompañando a Felipe VI en su objetivo compartido de acercar la monarquía al ciudadano. "Visibilizar causas invisibles", dicen las asociaciones con las que se ha comprometido en su labor social.

Quién sabe qué es lo que Letizia Ortiz Rocasolano pensaba el 1 de noviembre de 2003, cuando la Casa Real anunció su compromiso con el entonces príncipe Felipe. Entonces era una joven periodista de 31 años que ya despuntaba en su carrera profesional y quizá hasta solo unos meses antes lo que tenía claro es que su propósito era hacer de sí misma una buena comunicadora. La vida quiso que un heredero al trono se cruzara en su camino y que ella le eligiera también, pero lo que ha quedado patente 19 años después es que su objetivo tornó a convertirse en la mejor reina posible.

Este 15 de septiembre, Letizia Ortiz cumple 50 años transformada en una profesional de la que es su ocupación desde hace ocho años. Como princesa de Asturias se preparó a conciencia, pero ha sido este tiempo como reina de España cuando ha ido perfilando una figura institucional que es más que una mera acompañante del jefe del Estado y la madre de la heredera de la Corona. Letizia ha definido su propia personalidad, ha ido poco a poco dando a su cometido un sentido y ha hecho de su papel como consorte su profesión.

 

La reina Letizia, durante el encuentro con los miembros de Fundación Premios Princesa de Asturias en Madrid en 2022. En la imagen, vestida por la firma Danimala de Hugo Boss.
La reina Letizia, durante el encuentro con los miembros de Fundación Premios Princesa de Asturias en Madrid en 2022. En la imagen, vestida por la firma Danimala de Hugo Boss.
GTRES

"Mire, Ortiz, yo no sé qué va a ser de su vida, pero desde luego a pesada no tiene rival". Se lo dijo un profesor de Ciencias de la Información de la Complutense de Madrid, donde estudió Periodismo en los noventa. Y lo recordó ella cuando volvió a las aulas hace unos meses, en uno de sus discursos más personales. En ese hábitat mostró su cara más natural frente a la disciplina y contención que marcan sus intervenciones públicas. Lejos quedan las imágenes de su pedida de mano y sus palabras espontáneas a su prometido: "Déjame terminar".

Esa persistencia y tenacidad que llamó la atención de ese profesor son algunos de los rasgos de su personalidad que la han llevado a ser lo que es hoy. Contenida en los actos públicos, se entrega a su ocupación con intensidad. Se aprende cada tema como la ‘empollona’ que dicen los más cercanos que fue durante los años en que estudiaba, y se muestra muy comprometida con causas en las que cree y a las que, ella lo sabe, nadie mejor puede darles visibilidad.

 

La noticia del embarazo de la Princesa Letizia se conoce dos semanas antes del aniversario de su boda con el Príncipe Felipe. El 22 de mayo se cumplirá un año de esta imagen, en la que los recién casados saludaban desde el balcón del Palacio Real.
Los Reyes, desde el balcón el día de su boda.
Archivo

La reina que nadie esperaba

 

Por ANA MORENO.

Durante sus primeros años en la Casa Real tuvo que emplearse para encontrar su sitio. Lógico, tenía que adaptarse a un entorno y unas responsabilidades muy distintas, por mucho que fuentes de Zarzuela dijeran a su llegada: "Sabe perfectamente dónde se mete".

No nació formando parte de la realeza, había crecido en una familia de clase media de Asturias, estudió en el colegio La Gesta de Oviedo y más tarde en el instituto Ramiro de Maeztu de Madrid. Y se había casado por lo civil unos años antes de su matrimonio con el príncipe Felipe en la Almudena en 2004. Había trabajado en varios medios de comunicación y era reciente propietaria de un piso en un barrio obrero de Madrid. Era, y es, una mujer de su tiempo que ha sabido encontrar el equilibrio entre su nueva ocupación y sus orígenes; ser reina sin olvidar tampoco de dónde viene.

Ella, en realidad, forma parte de un proyecto que es la nueva monarquía más cercana y útil que el rey Felipe VI, desde que fue proclamado en 2014, está empeñado en moldear y en la que domine la ejemplaridad. Letizia es pilar fundamental de ese objetivo: una reina que la mayor parte de su vida no había pisado moqueta y con la que se ha tenido que enfrentar a años convulsos en los que los escándalos en torno a su familia –primero, su hermana Cristina; después, su padre, Juan Carlos I– han dominado buena parte del mandato del rey. Ciertos roces con su familia política, en concreto con doña Sofía, delante de las cámaras en Palma, son ejemplo de las pocas máculas que se le han atribuido a la figura de la reina y el arte.

 

Perfil propio en las causas sociales que apoya

Siempre se dijo que tenía en su antecesora un ejemplo a seguir en su nuevo papel como consorte. Y en este sentido sí ha heredado una tradición de la reina emérita, como son los llamados viajes de cooperación, que salvo en el tiempo de pandemia ha cumplido año a año sin faltar a la cita. América Latina y África han sido los destinos en los que ha podido conocer de primera mano proyectos españoles de cooperación al desarrollo y darles así también visibilidad.

Y con el paso de los años, la actual reina ha ido marcando perfil propio, muy expresamente a través de las causas sociales a las que apoya. Empezó, todavía como princesa, volcándose en la lucha contra el cáncer, para después poner en el foco también las enfermedades raras, la formación profesional o la discapacidad y colabora con la Fundación FAD Juventud.

Sus intereses no han quedado ahí. En los últimos años se ha implicado muy especialmente en la lucha contra la violencia machista y la explotación sexual de las mujeres.

⚫ —| Seguir leyendo. 

 

 

La periodista que se convirtió en noticia

 

Por CHEMA R. MORAIS.

Letizia Ortiz Rocasolano presentó su último Telediario el 31 de octubre de 2003. Una fecha importantístima en su vida, ya que el mismo día del mismo mes, solo dos años después, nacería su hija mayor, la infanta Leonor, hoy princesa y primera en la línea de sucesión al trono. Hace ahora casi 19 años, la periodista se despidió del público de la segunda edición de las noticias de la cadena pública, cogió el coche y se marchó de Torrespaña para emprender una nueva vida. Una en la que iban a cambiar muchas cosas, aunque si algo ha permanecido inmutable en la vida de la reina han sido los focos, que le acompañaron en su etapa como cronista de la actualidad y que iluminan hoy cada una de sus intervenciones y apariciones públicas.

​De los 50 años que hoy celebra, treinta los ha pasado de una manera u otra delante de las cámaras. En su juventud lo hizo como presentadora y reportera. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, doña Letizia mostró sus dotes para la profesión, que compartía con su padre y con su abuela Menchu, locutora de radio, y de la que la reina recuerda escuchar sus programas mientras hacía los deberes en su Oviedo natal, donde vivió hasta los 15 años antes de trasladarse junto a su familia a Madrid.

 

 

Tras completar un máster en Comunicación Audiovisual y un periodo en México, donde comenzó sus estudios de posgrado, pasó por diversos medios, como La Nueva España, ABC o Bloomberg TV. Pero sería en su etapa en CNN+ cuando doña Letizia comenzó a despuntar, una oportunidad laboral desde la que daría el salto a Televisión Española. Allí, la joven periodista dejaría su impronta informando de hechos trascendentales y que han marcado a la sociedad, como el hundimiento del petrolero Prestige frente a las costas gallegas, la invasión de Irak, el 11-S en Nueva York o la llegada del euro, una moneda que, según contaba entonces, no supondría una subida de precios… sino solo un cambio de divisa. En el 2000, el mismo año de su incorporación al ente público, la monarca recibió el Premio Mariano José de Larra, concedido por la Asociación de la Prensa de Madrid por su labor como Mejor periodista menor de 30 años.

 

 

Sin saberlo, su vocación le acercaba cada vez más a conocer al entonces príncipe Felipe, ya que fue en una cena organizada por el veterano periodista Pedro Erquicia donde se conocieron y pudieron hablar fuera de cámaras. Aún cubriría antes de su enlace los Premios Príncipes de Asturias, que ahora llevan el nombre de su hija, y donde saludó al hijo del entonces monarca con una gran sonrisa, aunque entonces nadie fuera consciente de su relación. La joven presentadora llegaría a conducir Informe Semanal y la segunda edición del Telediario, uno de los noticiarios más seguidos del país, junto al director de informativos de la época, Alfredo Urdaci.

La reina Letizia, en el plató del Telediario de TVE
La reina Letizia, en el plató del Telediario
TVE

El anuncio y el acto público de pedida y su traslado de residencia, de la calle Ladera de los Almendros al Palacio de la Zarzuela, estaban llamados a cambiarlo todo. Pero si algo ha permanecido inalterable en la reina de España es su entrega y enorme curiosidad, adquiridas en su formación y trabajo periodístico.

​Dicen los que han tratado con ella en actos y recepciones que doña Letizia se interesa por cada causa, especialmente en las sociales, culturales y educativas, en las que se implica de manera directa. Además, en su parcela privada, ha conservado la amistad de compañeras que le acompañaron cuando cubrían los actos, alcachofa -como se conoce al micrófono en el argot periodístico- en mano. Reporteras como María Oña o la hoy disputada presentadora Sonsoles Ónega se cuentan entre sus confidentes desde que era una colega hasta ahora que tiene tratamiento de alteza real. Pero, en general, con todos los compañeros expresa siempre mucho cariño por la que fuera su profesión.

⚫ —| Seguir leyendo. 

 

El lado más solidario de la reina Letizia: "Se distingue por visibilizar las causas invisibles".

"Visibiliza las causas invisibles"

Por ARACELI GUEDE.

"En nuestro país tres millones de personas, muchos de ellos niños y jóvenes, padecen una enfermedad rara. Y es una tarea prioritaria en nuestra sociedad darles mayor visibilidad, sensibilizar y conseguir que todos nos comprometamos con su lucha diaria" 

Esta frase, pronunciada en 2010 durante un discurso en Berlín, aparece destacada en la página web de la Casa Real dedicada a la reina. Era su primer viaje en solitario al extranjero, y la entonces princesa de Asturias acudía a la ceremonia de entrega de premios de investigación sobre patologías poco frecuentes.

​Que la primera actividad de su agenda propia fuera de España tuviera ese carácter social y que esa intervención ocupe un lugar destacado en su perfil reflejan la importancia que da Letizia a su faceta solidaria. Es presidenta de honor de Feder, la federación española de enfermedades raras; de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y su Fundación Científica; de Unicef España; de Cruz Roja y de FAD Juventud. Además, apoya estrechamente muchas otras causas, como el fomento de la educación y la lectura a través del Grupo SM o la defensa de víctimas de trata a través de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp).

 

GIF LETIZIA COMBO 6 PERSONAS
Representantes de las entidades con las que colabora.
Jorge París

"Es una persona que se distingue por visibilizar las causas invisibles, y la nuestra lo es. Supone un altavoz enorme", afirma Rocío Mora, directora de Apramp. Recientemente, Mora fue recibida en La Zarzuela con representantes de Nuevo Hogar Betania -otra asociación contra la trata-, una jueza, una fiscal y una responsable policial, así como una mujer rescatada de la explotación sexual. Doña Letizia escuchó a todas las asistentes, pero prestó atención especial a la joven que brindaba su testimonio en primera persona y que transmitía un mensaje de superación. "Ha entendido nuestro posicionamiento, qué servicios y qué plan integral desarrollamos y, sobre todo, se preocupa por las supervivientes", subraya Mora. "Muestra cercanía hacia cada una de ellas e interés por las alternativas que se les ofrecen, porque ha comprendido que sin alternativas reales acaba ganando un negocio que supone violencia contra las mujeres y una vulneración de derechos fundamentales", resume.

⚫ —| Seguir leyendo.

<p>El 1 de noviembre de 2003, la Casa Real ponía fin a las especulaciones y anunciaba el compromiso del Príncipe Felipe, de 35 años, con doña Letizia Ortiz Rocasolano, una periodista de 31 años, divorciada, que era un rostro popular, pues presentaba el telediario de La 1, junto a Alfredo Urdaci. Cinco días más tarde se celebraba  la pedida de mano, en el palacio de El Pardo.</p>
El 1 de noviembre de 2003, la Casa Real ponía fin a las especulaciones y anunciaba el compromiso del Príncipe Felipe, de 35 años, con doña Letizia Ortiz Rocasolano, una periodista de 31 años.
GTRES

Aprendiendo a ser reina

 

Por ANITTA RUIZ.

Su vida es una pasarela infinita, no importa el evento al que acuda. Con los años, ha creado su sello propio... y le funciona. A los 50, Letizia es embajadora de estilo.

⚫ —| Ver imágenes

 

El principe Felipe de Borbón y su prometida Letizia Ortiz, en su presentación oficial ante la realeza, en la boda del príncipe heredero Federico de Dinamarca y la abogada australiana Mary Elisabeth Donaldson. En la foto, visitiendo un impresionante vestido rojo de Lorenzo Caprile.
El principe Felipe de Borbón y su prometida Letizia Ortiz, en su presentación oficial ante la realeza, en la boda del príncipe heredero Federico de Dinamarca y la abogada australiana Mary Elisabeth Donaldson. En la foto, visitiendo un impresionante vestido rojo de Lorenzo Caprile.
©KORPA

Así conocimos a Letizia

Todos tenemos fijo en nuestra memoria aquel traje blanco de Armani, cuello chimenea, sobrio e impoluto. Casi una extensión de esos dos piezas de chaqueta y pantalón que tantas veces le habíamos visto al otro lado de la pantalla, cuando doña Letizia era simplemente Letizia Ortiz, periodista.
Una cara conocida para todos, como la de cualquier presentadora que cada día se cuela en nuestras casas. Se notaba que estaba verde todavía en eso de ser ‘princesa’, aunque lo de hablar en público lo tuviese manejado. En ese momento todavía no era consciente de que cada paso que diera iba a ser analizado, al igual que cada prenda que se pusiese. Muchos le afearon que vistiera de un diseñador italiano. Aprendió la lección.

​​La siguiente imagen que todos tenemos de Letizia, a una semana de convertirse en princesa, fue en su estreno con la realeza europea. En la boda de los príncipes de Dinamarca. El espectacular vestido rojo fuego de Caprile levantó pasiones y los materiales, crepé de seda y tul de seda natural, eran cien por cien españoles por expreso deseo de Letizia. Difícil olvidar los pendientes de brillantes y rubíes que le prestó doña Sofía y que ella lució como broche. Durante sus primeros años en la Casa buscó un aliado fiel y encontró en Varela la mano que le ayudase a trazar su imagen como futura reina. Fueron años sobrios, un ejercicio de búsqueda de estilo. La única diferencia es que, tras cada look, había miles de ojos juzgando y analizando. La llegada a palacio, en 2015, de Eva Fernández, estilista de la reina, marcó un antes y un después en el armario de la monarca.

 

 

La Reina Letizia eligió la tiara de la Flor de Lis para la cena de gala que los reyes de Suecia. Además lució un vestido de poliéster de la marca sueca H&M, todo un guiño al país anfitrión.
La Reina Letizia eligió la tiara de la Flor de Lis para la cena de gala que los reyes de Suecia. Además lució un vestido de poliéster de la marca sueca H&M, todo un guiño al país anfitrión.
Juanjo Martín / EFE

Letizia, de gala

Sin lugar a dudas, como más nos gusta ver a doña Letizia es ‘ejerciendo de reina’, es decir, de tiros largos y con tiara. Porque aunque la discreción es una de las claves del estilo de la reina, sobre todo en lo que a joyas se refiere, aprueba con nota cuando tiene que echar el resto.

Las cenas de Estado, en el Palacio de Oriente o cuando viaja por el mundo son el momento perfecto para comprobar cómo su esbelta figura está hecha para los trajes maximalistas y las coronas pertenecientes al joyero real. Difícil de olvidar el espectacular diseño de Ana Locking, cuajado de perlas, que lució en la cena ofrecida al presidente de Portugal en 2018. Acompañaba al vestido la espectacular tiara Cartier y los pendientes de chatones. Una reina, casi, como las de los cuentos. Y hay más fotografías para el recuerdo. Otro de los momentos más espectaculares, estilísticamente hablando, fue cuando, con motivo de la cena de gala al presidente de Argentina, Mauricio Macri, doña Letizia vistió por primera vez la maravillosa tiara de la Flor de Lis (en la imagen). Creada en 1906, en platino y brillantes, por la joyería madrileña de Ansorena. Una joya de incalculable valor que Alfonso XIII regaló a Victoria Eugenia para que la luciera el día de su boda.

​La falda de mantón de Manila, diseñada por Caprile para la cena en honor a Israel en 2017, o el vestido color capote que lució en Japón y en uno de los posados de Casa Real, son solo algunos ejemplos de lo bien que se le da a la Reina vestir de reina.

 

Spanish Queen Letizia during gala dinner on occasion for her official visit to United Kingdom in London on Thursday on 13 July 2017. On the second day of their 3 day tour of United Kingdom
La reina Letizia, durante la cena de gala por su visita oficial a Reino Unido.
GTRES

Una reina para el XXI, Working Letizia

El papel de reina consorte en España está vacío de contenido, a excepción de la regencia, en caso de que se diera la situación. Pero Letizia nunca ha querido ser solo un añadido al rey y ha sabido llenar su agenda de actos y apoyos a causas con las que está muy involucrada y que se prepara a conciencia. Por ese mismo motivo hemos podido ver a la reina en múltiples ocasiones en una faceta de mujer trabajadora. De hecho los ‘power suit’, trajes de dos piezas, son parte habitual de su guardarropa.

​Incluso la hemos visto lucir vaqueros y botas de montaña durante los viajes que ha realizado con la Agencia Española de Cooperación Internacional. Dicen que cada vez que se pone el chaleco característico de los cooperantes, se reciben multitud de llamadas para saber si esa prenda se puede comprar. Hasta este punto llega la influencia del ‘efecto Letizia’. Algo que se puede comprobar cada vez que luce una prenda de una marca accesible. Los diseños de Mango o Zara, por dar dos ejemplos conocidos, se agotan en minutos cuando ella los luce en algún acto.

​A este ‘acercamiento estilístico’ ha contribuido Eva Fernández, estilista de moda que trabajaba para revistas como Cosmopolitan y que Letizia fichó en 2015.

 

La reina Letizia (c) y la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez (c-i) posan con los acompañantes de los mandatarios que asisten a la cumbre de la OTAN, durante la visita a los jardines de la Granja.
La reina Letizia (c) y la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez (c-i) posan con los acompañantes de los mandatarios que asisten a la cumbre de la OTAN, durante la visita a los jardines de la Granja.
Ballesteros / EFE

Era post Covid y nuevo paradigma

La pandemia mundial ha supuesto un antes y un después en la vida de prácticamente todos los habitantes del planeta y, evidentemente, también en la de doña Letizia. Justo antes de marzo de 2020, algunas voces empezaban a insinuar que las últimas apariciones de la reina se parecían más a las de una ‘celebrity’ en una alfombra roja que a las de una soberana. Un maquillaje muy marcado, variaciones en su peinado y muchas críticas a lo que para muchos consideraban un guardarropa sobredimensionado.

​Desde 2020, el estilo de la reina cambió. Dejó de teñirse el pelo y sus canas empezaron a formar parte de su imagen (justo ahora se las ha atenuado con un baño de color). Rebajó su maquillaje y empezó a reutilizar prácticamente todas las prendas, dándole a sus looks un aire más cercano y sobrio. Su solidaridad estética fue total y, aunque pueda parecer algo muy banal, esa empatía con el resto de la ciudadanía le hizo subir muchos puntos en las encuestas. Nadie olvida cuando coincidió en un acto con la catedrática Inmaculada Vivas Tesón llevando el mismo vestido de Mango (abajo). Cosas de la moda.

La 'gemela' de Letizia era finalmente una de las galardonadas de los Premios Reina Letizia 2021,así ambas han protagonizado la anécdota de la jornada. Se trata de Inmaculada Vivas Tesón, que recibía una mención especial por su trayectoria profesional en el trabajo de las personas con discapacidad. Ambas han elegido para la ocasión un vestido midi de Mango, de diseño bicolor, en blanco y negro, de corte evasé, con cuello redondo, sin mangas y que incluye un detalle de abertura en la falda en la parte frontal, así como un cinturón ajustable que afina la cintura.
 

Su lado más atrevido

Ser reina no es fácil. Y vestir para ser reina en el siglo de las redes sociales debe ser un auténtico quebradero de cabeza. Por eso, es muy de agradecer que doña Letizia no se haya apalancado en un cómodo y aburrido guardarropa, y haya apostado por firmas jóvenes, colores brillantes y combinaciones sorprendentes. Quizá ARCO haya sido uno de los escenarios donde hemos podido ver una versión más ‘arty’ de la monarca. El cuero, las siluetas geométricas o la puesta por el rojo integral (incluidas unas atrevidísimas botas de mosquetero de ese color) son el reflejo de que a doña Letizia le gusta innovar, jugar con la ropa y demostrar que además sabe dónde y cuándo puede hacerlo.

 

  

Aciertos y errores

La reina aprueba con nota en estos 19 años en los que nos ha acompañado prácticamente a diario, aprendiendo a ser reina también mediante el vestuario. Ha demostrado que es consciente del poder de sus elecciones estilísticas y se ha servido de ello para apoyar al talento emergente español. Es una gozada saber que en su armario cuelgan prendas de Juan Vidal, Moisés Nieto o Teresa Helberg. Siempre cercana, ha sabido mostrar su apoyo al pueblo ucraniano con una blusa tradicional del país, o posicionarse junto a las víctimas de trata llevando prendas confeccionadas por ellas mismas en el taller de la Apramp. Es verdad que ha tenido ciertos traspiés, como cuando en 2010 arriesgó con un ‘look informal’ para el Día de la Hispanidad o se pasó de minifaldera en los Premios Cerecedo 2017. O también cuando hace mesesdejó al descubierto sus abdominales en un acto de la Cruz Roja. Pero que levante la mano quien no se equivoque nunca. Además, en este caso, los fallos son anécdotas que le han servido para consolidar una imagen con la que transmite con fuerza el poder de la Marca España. Sin duda alguna, Letizia se ha convertido en nuestra mejor embajadora de estilo.

 

Los reyes de Inglaterra, Isabel II y Felipe, y los monarcas de España, Felipe VI y Letizia, durante una recepción oficial en Londres, Reino Unido.
Los reyes de Inglaterra, Isabel II y Felipe, y los monarcas de España, Felipe VI y Letizia, durante una recepción oficial en Londres, Reino Unido.
BALLESTEROS / EFE

Los deseos de la reina

 

Por CRISTINA GARCÍA RAMOS.

La agenda de la reina Letizia aparece sin ningún acto oficial programado para hoy día que cumple 50 años.

​A diferencia de otras casas reales europeas, la familia real española no tiene por costumbre celebrar los aniversarios y cumpleaños con festejos oficiales. No hay cenas de gala, ni desfiles ni recepciones. Las celebraciones quedan puertas adentro para los más cercanos, en un núcleo familiar que se ha ido haciendo cada vez más cerrado en los últimos años.

​En dos ocasiones le cantaron el “cumpleaños feliz” en público al rey Felipe. La primera en la Gala de los Goya el día que cumplió treinta y ocho años y la segunda a los 51 cuando visitó las tropas españolas destacadas en Irak. No hubo ningún acto especial en su 50 aniversario y no lo habrá tampoco en el de la Reina.

 

 

Lo habitual, coincidiendo con su cumpleaños, es ofrecer un aperitivo por la mañana en el Palacio de la Zarzuela a los miembros de su equipo: Secretaría, responsables de comunicación y a sus colaboradores más cercanos.

​Por la noche, si no nos sorprende y sigue el plan habitual de otros años, cenará con discreción en alguno de sus restaurantes favoritos, el del año pasado fue un hindú. Una cena que compartió solo con el rey y la infanta Sofía.

​Sabido es que cuida mucho su alimentación, no suele tomar postres y no es partidaria del azúcar, pero imagino que en esta ocasión no renunciará a apagar las simbólicas 50 velas y pedir un deseo.

​Sabido es que cuida mucho su alimentación, no suele tomar postres y no es partidaria del azúcar, pero imagino que en esta ocasión no renunciará a apagar las simbólicas 50 velas y pedir un deseo.

​¿Qué pedirá la reina? ¿Es lo mismo que desea Letizia? No siempre es fácil conciliar las dos realidades. La reina siempre cumple con eficacia y profesionalidad sus deberes oficiales, pero Letizia también es una firme defensora de mantener una parcela privada fuera del foco mediático.

 

| ESPECIAL 20MINUTOS | 

 

TEXTOS: Ana Moreno, Araceli Guede, Chema Rodríguez Morais, Cristina García Ramos, Anitta Ruiz y Sonia Fornieles | MULTIMEDIA: Sonia Fornieles, Sandra González, Adrián Cobos (fotogalerías) y Jorge París (vídeos y fotografías) | MAQUETACIÓN: Álex Herrera | ARCHIVO DE FOTOS: Casa Real, EFE, EP Y GTRES.