BLUEMEDIA STUDIO PARA CALIDAD PASCUAL

La leche del bienestar animal

Calidad Pascual relanza su leche con certificado de bienestar animal AENOR y se convierte en el único gran fabricante en obtener el título en el 100% de sus granjas.

La leche es un alimento básico en nuestra dieta, y el bienestar de las vacas es clave para la calidad del producto. Es algo que saben cada vez más consumidores –en la actualidad, el 94% de los españoles se preocupan por las buenas condiciones de los animales de granja–, y ese cuidado se extiende también a los productores.

Conocer la historia detrás de lo que comemos y bebemos exige un entorno empresarial transparente, un reto que ya han asumido empresas como Calidad Pascual. En ese caso concreto, la decisión no se tomó de la noche a la mañana: la compañía lleva casi 50 años tratando con mimo cada una de las fases de su cadena de valor, desde el cuidado de sus vacas a la sostenibilidad del campo. Una imagen vale más que mil palabras, por lo que la compañía ha compartido un vídeo en el que se puede descubrir el día a día de los animales y ganaderos

Pascual es un referente lácteo, y relanza ahora su marca insignia con un añadido: el certificado de Bienestar Animal AENOR Conform en sus 348 granjas, es decir, en el 100% de sus proveedores de leche. Dicho de otra manera, es el único gran fabricante con todas sus instalaciones certificadas; además, ha conseguido el título en tiempo récord.

"Todo el proceso se ha realizado en poco más de tres meses, gracias a tener desde hace muchos años un Sistema de Gestión, Certificación y Asesoramiento de todo nuestro aprovisionamiento de leche", explica el responsable de Bienestar Animal de Calidad Pascual, Félix Díez. "El protocolo comenzó oficialmente en 1998; la marca no está constituida sobre una base artificiosa, ficticia o coyuntural, sino que obedece a un trabajo continuado, que a veces no es tan conocido".

Toda la Leche Pascual es 100% bienestar animal

En el bienestar animal trabajan los ganaderos, apoyados por veterinarios, ingenieros agrónomos y técnicos especialistas. "Debe ser producida de una manera respetuosa con el bienestar de las personas, de los animales y con el medio ambiente", cuenta Díez.

La calidad es algo heredado de Tomás Pascual, que en 1969 empezó a levantar la empresa que toma su apellido y que se ha convertido en todo un referente. Lo fue desde los setenta, cuando introdujo la uperisación de la leche y el envasado en tetrabrik, y lo sigue siendo en la actualidad, gracias al legado que ahora representa su hijo, de mismo nombre y presidente de Calidad Pascual. "Mi padre nos dejó la manera de hacer bien las cosas para no comprometer nunca la calidad. A día de hoy, las marcas deben ir un paso más allá respondiendo al nuevo estilo de vida de las personas", explica.

Granjas de calidad animal

Las granjas con certificado en Bienestar Animal cumplen una docena de requisitos, divididos a su vez en cuatro categorías: buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y comportamiento adecuado.

En concreto, el acceso a la comida y a la bebida debe ser el adecuado para todos los animales de la granja, que también han de alojarse en un entorno preparado para su descanso y su protección frente a las inclemencias del tiempo. Además, es importante controlar los requisitos de higiene tanto en las vacas como en su manejo, y cuidar de su salud mediante control y prevención por parte de un equipo veterinario.

En cuanto al comportamiento, es importante que los animales tengan una relación correcta tanto entre ellos como con el personal de la granja. "En definitiva, tienen que ser ‘vacas felices’", concluye el responsable de Bienestar Animal de Calidad Pascual.

Certificado de calidad: control exahustivo de cada detalle

El Certificado de Bienestar Animal AENOR Conform acredita que las marcas proveedoras de leche cumplen con los requisitos del modelo de la Asociación Española de Normalización y Certificación desarrollado junto al Instituto de Investigación y Tecnología Alimentaria (IRTA) y basado en el estándar europeo Welfare Quality. Aunque todas las granjas pueden optar a él, para conseguirlo han de ser evaluados 12 factores, que tienen que ser considerados, al menos, ‘aceptables’ en el primer año de implantación. Tras ese paso, el productor tiene tres años para alcanzar un nivel superior, ‘bueno’, si quiere mantener la calificación. En el caso de Pascual, las 348 granjas de la compañía han entrado en este último nivel en su primer año.