La llegada de Zinedine Zidane al banquillo del Real Madrid llegó entre dudas por parte de un amplio sector de la afición, que consideraba al francés un entrenador sin la experiencia suficiente como para manejar el mal momento que vivía el equipo blanco en enero de 2016. Rafa Benítez no había conseguido el rendimiento esperado tras su fichaje al comienzo de la temporada 2015/2016, y el club tomó la arriesgada decisión de destituirle a mitad de temporada para apostar por el exfutbolista galo.

Esa temporada, la liga fue para el Barça, pero Zidane consiguió el éxito que más 'camela' al madridismo: la Copa de Europa. 'Zizou' venció la undécima, y con ello se ganó el respeto de una afición que una temporada más tarde le colocó definitivamente en el olimpo, después del fantástico doblete logrado por el cuadro merengue.

Su tercera temporada al frente del Real Madrid está siendo la más delicada. El malísimo rendimiento en una liga que el Barcelona, contra todo pronóstico, ha acabado ganando a cuatro jornadas del final, ha sido el principal motivo de las dudas que han surgido esta temporada en torno a su figura, pero un curso más, todo está quedando casi olvidado gracias al fabuloso rendimiento en la Liga de Campeones, donde el galo ha conseguido meter al equipo de nuevo en la final.

Zinedine Zidane se ha convertido en el primer entrenador desde Marcello Lippi, hace ya dos décadas, que logra meter a su equipo en tres finales de la Champions de forma consecutiva. El nivel mostrado por el Real Madrid en la competición desde su llegada es intratable, como demuestran las nueve eliminatorias (más las finales ante Atlético de Madrid y Juventus) ganadas con el galo.

En su primera temporada, eliminó a la Roma, el Wolfsburgo, y el Manchester City. En su segundo curso, el entrenador francés logró dejar en la cuneta a Nápoles, Bayern de Múnich y Atlético de Madrid, y en la presente edición de la competición, en el que probablemente ha sido su camino más duro, ha eliminado a PSG, Juventus y Bayern de Múnich.