Ya clasificado para los octavos de la Champons antes de viajar, todo un pionero esta edición pese a afrontar su debut en la competición, el Málaga se aseguró la primera posición del grupo C a falta de una jornada después de empatar (1-1) en el feudo del Zenit de San Petersburgo. Unas tablas labradas en un partido de arranque dulce, final agónico y, ante todo, grandes réditos.

La remozada apuesta de Manuel Pellegrini, con Isco en el banquillo, una defensa alternativa y con Joaquín y Saviola en casa, disipó tempranamente sus riesgos con dos goles en dos minutos, los dos con Seba Fernández implicado.

En el primero, el uruguayo asistió a Buonanotte; en el segundo marcó tras recibir de Santa Cruz, quien mostró su pillería al cazar un flojo pase en corto de Malafeev.

El 0-2 reforzó la intención gestora de un Málaga que juntó mucho más sus líneas en tierras rusas y obvió la posesión. Bien ordenado en defensa, las manos de Caballero volvieron a aparecer ante las fisuras.

Obligado a ganar para apurar sus opciones, el Zenit intensificó su ambición tras el descanso. El temprano gol de Danny espoleó a los rusos, una búsqueda constante en la que los apuros andaluces crecieron. Falló Kerzhakov a puerta vacía y Witsel marró una ocasión clara.Muchos agobios para un Málaga estresado que evitó la depresión pero no puedo evitar el segundo gol local, de Bystrov.

2 - Zenit: Malaféev; Anyukov (Bystrov, m.80), Lomberts, Alves, Hubocan; Denísov, Shirókov (Fayzulin, m.72), Witsel; "Hulk", Danny y Kerzhakov.

2 - Málaga: Caballero; Gámez, Demichelis (Weligton, m.45), Onyewu, Eliseu; Duda (Portillo, m.63), Toulalan, Camacho, Buonanotte; Sebastián Fernández (Juanmi, m.75) y Santa Cruz.

Goles: 0-1, m.8: Buonanotte. 0-2, m.9: Sebastián Fernández. 1-2, m.49: Danny. 2-2, m.86: Bystrov.

Árbitro: Olegário Benquerença (POR). Expulsó con roja directa al ruso Bystrov tras el pitido final por protestar y amonestó a Camacho, Buonanotte, Sebastián Fernández, Weligton, Anyukov, Alves y Danny.

Incidencias: partido correspondiente a la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el estadio Petrovski de la antigua capital imperial rusa ante más de 20.000 espectadores (lleno).