Uno de los futbolistas que, indiscutiblemente, más reforzado sale de la Copa del Mundo de Rusia 2018 es Yerry Mina. Absolutamente olvidado en el Fútbol Club Barcelona, su llamada entre los 23 de Pékerman no terminó de entenderse más allá de una confianza ciega en sus características, ya que su ritmo competitivo, después de su fichaje por el equipo culé, se había perdido prácticamente de forma total.

De hecho, Mina no fue titular en el debut de Colombia en Rusia, en un encuentro que el equipo sudamericano acabó perdiendo frente a la sorprendente Japón. Murillo formó pareja de centrales con Dávinson Sánchez, aunque a partir de la segunda jornada ya vimos al zaguero culé en el once inicial. Lo que en principio debía de ser una medida para mejorar la fase defensiva, acabó convirtiéndose en la mejor arma ofensiva del cuadro cafetero.

Frente a Polonia abrió el marcador, en un partido que Colombia acabó venciendo por 3-0, mientras que ante Senegal anotó un tanto decisivo, ya que el equipo acabó venciendo por 1-0 y logrando la primera plaza del Grupo H. Mina ya se había ganado la condición de héroe con esos dos tantos, pero lo que nadie esperaba es que fuera a erigirse como salvador en el último minuto del partido ante Inglaterra, en los octavos de final, después de anotar un enorme cabezazo en el tiempo de descuento que mandó el partido a la prórroga, aunque finalmente los colombianos acabaron cayendo en los penaltis.

La gran pregunta ahora es si el zaguero, después de su casi nula participación en los seis meses que ha vestido la camiseta culé, seguirá en el equipo, porque lo cierto es que parece una buena oportunidad para que el equipo catalán haga caja. Mina llegó a cambio de unos 8 millones de euros, cifra que se había devaluado después de que el defensa sólo jugase cinco partidos en la segunda vuelta, pero ahora y tras su gran Mundial, quizás el Barcelona pueda hacer caja por él. Veremos qué decide Eric Abidal.