La edición XLVII del Super Bowl de la la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), se jugó este domingo en el Superdome de Nueva Orleans, donde los Ravens de Baltimore consiguieron su segundo título. Ya desde el primer tiempo, los Ravens consiguieron una ventaja 21-6 sobre los 49ers de San Francisco.

Además, la cantante Beyoncé y un inesperado apagón (a falta de 13 minutos para el final del tercer parcial, los focos del estadio se apagaron y el partido tuvo que ser detenido durante 32 minutos) marcaron una final donde también hubo emoción contenida con la actuación del coro de la escuela de Newtown que sufrió en diciembre una matanza que conmocionó a EE UU.

Ninguno de los dos equipos que había perdido nunca una Super Bowl. Los Ravens (13-6), franquicia que se mudó de Cleveland a Baltimore hace 17 años, lucharon por su segundo título de Super Bowl, tras el primero, que ganaron en 2001. Por su parte, los 49ers (13-4-1) buscaban su sexto Super Bowl, si bien sería el desde 1995.

La gran defensa de los Ravens de Baltimore surgió en los momentos decisivos del partido del Super Bowl XLVII y permitieron a su equipo vencer por 34-31 a los 49ers de San Francisco, que perdieron el invicto en las seis participaciones que han tenido hasta ahora en la gran final de la NFL.

Los Ravens, dirigidos por John Harbaugh, el hermano de Jim, que también dirigió a los 49ers, estuvieron siempre al frente del marcador y al inicio del tercer periodo su ventaja fue de 22 puntos (28-6) hasta que se fue la luz del Mercedes-Benz Superdomes, de Nueva Orleans, y tras 34 minutos de interrupción, los 49ers llegaron recargados y sus rivales sin la energía de la primera parte.

La gran sorpresa fue el apagón que obligó a suspender la final durante 34 minutos, tras la caída del fluido eléctrico, cuando los Ravens aventajaban a los 49ers por 28-6 a los trece minutos del tercer cuarto.

Cuando el SuperDome estaba preparado para los dos últimos cuartos del partido se produjo un inesperado apagón que fundió a negro las televisiones de millones de hogares en todo el país y dejó en blanco a los presentadores de la cadena CBS, la encargada de la retransmisión.

El apagón duró 34 minutos en los que Twitter se convirtió en un hervidero de comentarios y el hastag #superbowlblackout dio la vuelta al mundo.

Tanto la NFL como la cadena CBS pidieron disculpas por el apagón y se comprometieron a investigar por qué ocurrió.

La ceremonia previa al inicio del Super Bowl tuvo un tono de homenaje póstumo con la actuación de la escuela primaria Sandy Hook, que cantó "America The Beautiful", al lado de Jennifer Hudson.

El Mercedes Benz SuperDome, de Nueva Orleans, donde se lleva a cabo el Super Bowl XLVII entre los 49ers de San Francisco y los Ravens de Baltimore, entendió el respeto con que debía escucharse el tema interpretado por el coro de Sandy Hook, y guardó silencio desde que los niños fueron presentados.

La organización del Super Bowl decidió hacer partícipe al coro de la primaria de uno de los eventos más esperados por casi la totalidad de los estadounidenses.

En el coro, formado por 26 niños de la escuela primaria, los estudiantes llevaban lazos verdes en homenaje a los 20 niños y 6 adultos asesinados en Sandy Hook el pasado 14 de diciembre, y durante su actuación muchos de los jugadores y espectadores apenas pudieron contener las lágrimas.

La actuación musical del descanso, la más esperada siempre, correspondió este año a Beyoncé y llegó precedida de la polémica después de que la estrella admitiera que cantó el himno nacional en falso directo, sobre una canción pregrabada, durante la ceremonia de la segunda investidura presidencial de Barack Obama.

La artista cantó como si tuviera algo que demostrar, con mucha fuerza y sin dejar de bailar sobre un escenario con fuegos artificiales y luces con la forma de su rostro y su larga melena.

La cantante salió con una vestimenta negra para interpretar algunos de sus éxitos como Halo, Single Ladies, Crazy in Love, entre otras mientras de la guitarra de una de las integrantes de la banda, salían fuegos artificiales. Su presentación duró 13 minutos y en ella se presentó con su equipo de baile.

Su participación se inició con una parte de "Love on Top", que combinó con "Crazy In Love" cuando se quitó una blusa y la aventó al público.

Luego salieron sus dos excompañeras Kelly Rowland y Michelle Williams, de su banda Destiny's Child, de Houston, para cantar sus éxitos Bootylicious e Independent Woman. También interpretaron juntas Single Ladies (Put a Ring On It).

Para Michelle Obama, primera dama y admiradora reconocida de la cantante, Beyoncé fue la gran triunfadora de la noche y así quedó reflejado en su Twitter: "Estuvo fenomenal. Estoy muy orgullosa de ella".

Momentos antes, la cantante Alicia Keys había interpretado el himno nacional estadounidense antes del inicio de la Super Bowl, el tema que causó la polémica de Beyoncé. Esta vez Keys lo hizo con un arreglo estilo jazz que provocó que los asistentes presentes en el Mercedes Benz SuperDome, de Nueva Orleans, vitorearan y aplaudieran a la cantante, concluida su participación.

Keys se presentó sentada al piano, cantando con una voz que en momentos sonaba ronca, pero que en general causó buena impresión entre los asistentes a la final de la NFL, que pudieran percatarse de que esta vez el himno sí fue interpretado en vivo, alejando todo tipo de sospechas.

Entre otros cantantes que han amenizado el espectáculo de medio tiempo han sido los Rollings Stones y Michael Jackson, y el año pasado lo hizo la también cantante estadounidense Madonna.