El octavo de la Bundesliga deja contra las cuerdas al Real Madrid en cuartos de la Champions. Suena increíble, pero es así. La fragilidad mental de los blancos le hizo no saber recuperarse de un penalti en contra, que lo arrastró a unos minutos desastrosos y una pérdida de confianza muy preocupante.

Parece que va de arbitrajes la cosa en esta ronda de la Liga de Campeones. Apenas cinco minutos disputados, y a los blancos ya les habían anulado un gol (Cristiano estaba en posición muy dudosa) y no les habían pitado un penalti sobre Bale. Todo ello era fruto del dominio total y absoluto, la diferencia que a priori hay entre ambos equipos se vio reflejado en el campo con un Madrid mandón ante un equipo temeroso, excesivamente respetuoso.

Tuvo la mejor ocasión Benzema, pero tras un maravillo regate, falló en el mano a mano ante un acertadísimo Benaglio. Nada parecía indicar lo que estaba a punto de pasar, el tremendo vuelco que iba a dar el partido. Schurrle, al ir a rematar un balón, chocó con Casemiro y el árbitro interpretó que hubo penalti.

Ricardo Rodríguez transformó la pena máxima y el gol dejó noqueado a los blancos, incrédulos, sin saber qué había pasado para ir perdiendo el partido. En el desconcierto, se erigió con fuerza Draxler, que abusó de Danilo una y otra vez, convirtiendo la decisión de Zidane de apostar por el brasileño y no por Carvajal en una tragedia. Una jugada iniciada por la joven perla alemana acabó con el balón llegando a Arnold quien, superando a un disperso Ramos, hizo el segundo.

El Madrid encajó el golpe igual de mal que el anterior, y para entonces el Wolfsburgo ya se lo había creído del todo. Solo Bale, que lo intentó constantemente por la izquierda, dio oxígeno a los blancos en una primera mitad para olvidar.

El paso por vestuarios no modificó demasiado el escenario. El mando del partido fue de los blancos, sí, pero sin ideas, sin espacios, pese a todo el talento que tiene este equipo, no sabe atacar ante equipos que se le encierran.

En 45 minutos dominando a su rival, los de Zidane solo fueron capaces de crear una ocasión clara de gol. Un genial pase de Isco, que entró en la segunda mitad, lo remató Cristiano obligando al arquero rival a lucirse. El resto de minutos, pases largos sin demasiado criterio, control ficticio del partido y gracias a que Schurrle, que la tuvo en un contragolpe, no acertó.

A este Madrid bipolar, que nunca sabes por donde te va a salir, le toca remontar dentro de menos de una semana en el Bernabéu. Créanme, todo es posible con este equipo, que no les sorprenda ni la debacle absoluta ni una goleada de escándalo.

2 - Wolfsburgo: Benaglio; Vierinha, Naldo, Dante, Ricardo Rodríguez; Guilavogui, Luiz Gustavo; Bruno Henrique (Träsch, 80), Arnold, Draxler (Schäfer, 90); y Schürrle (Kruse, 83)

0 - Real Madrid: Navas; Danilo, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo; Modric (Isco, 64), Casemiro, Kroos (James, 84)Benzema (Jesé, 41) y Cristiano Ronaldo.

Goles: 1-0, m.18: Ricardo Rodríguez, de penalti. 2-0, m.25: Arnold.

Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA). Amonestó a Vierinha, Luiz Gustavo y Guilavogui por el Wolfsburgoi; y a Bale por el Real Madrid.

Incidencias: partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en la Volkswagen Arena ante 26.400 espectadores