El entrenador del Arsenal, Arsène Wenger, ha asegurado que todavía no ha decidido si el delantero holandés Robin Van Persie podrá jugar en el partido de vuelta de octavos de final en el Camp Nou de este martes, pero que en ningún caso ha sido "un truco" para engañar al rival.

"No es ningún truco de ninguna manera. La verdad es que mañana por la mañana el cuerpo médico decidirá si es posible que juegue o no. Solo jugará si está al cien por cien", declaró en rueda de prensa: "Se me da fatal jugar al despiste".

Asimismo, explicó la sucesión de los hechos que han llevado al futbolista 'gunner' a viajar a Barcelona. "Ha progresado bastante los últimos días. He hablado con él esta mañana y era improbable que viajara, pero el entrenamiento ha sido positivo. Es un partido de máxima importancia, mañana tomaré la decisión", recalcó sobre la inclusión en el once del holandés.

"Desconozco hasta qué punto es importante, no puedo darle un porcentaje, es un partido complicado y si echamos un vistazo a las competiciones en las que jugamos lo hemos hecho bastante bien. Mañana daremos la vida por ganar", manifestó el técnico sobre una posible flaqueza mental del equipo en los partidos decisivos.

Sobre la forma de jugar ante el equipo de Josep Guardiola, señaló que lo principal será superar "la primera presión" de los blaugranas. "Creo que los dos equipos tienen una filosofía similar y tienen el deseo de ganar mañana con la capacidad que tienen de jugar bien al fútbol. El principal problema para nosotros es salir de la primera presión que realiza el Barcelona, sabe muy bien como hacerla y deberemos solucionarlo", comentó.

"Por desgracia no cogerá ningún vuelo privado y esperamos que nos vea ganar por la televisión", bromeó sobre la posibilidad de que Walcott pueda estar mañana en la capital catalana, como consideró Guardiola, en tono irónico, en la rueda de prensa previa a la del técnico alsaciano.