La selección española femenina de waterpolo se proclamó este sábado por primera vez en su historia campeona de Europa tras derrotar a la de Holanda por 10-5 en la final del torneo continental disputado en Budapest.

El equipo español, actual campeón del mundo y subcampeón olímpico en Londres 2012, logró su primer título continental, tras haberse colgado la plata en 2008 en el Europeo de Málaga.

España ganó en la final con parciales de 3-3, 2-0, 2-2 y 3-0.

En el primer cuarto se adelantaron las holandesas en dos ocasiones, pero España respondió con goles desde dos metros gracias a la corpulencia y eficacia de Maica García y Andrea Blas. El primer capítulo acabó con empate a 3-3 y todo por decidir.

El segundo cuarto fue completamente diferente. España se puso dos arriba con dos dianas de Anni Espar para llegar al descanso en ventaja de 5-3.

Tras el descanso España comenzó a soñar de verdad con el primer oro europeo. El equipo de Miki Oca llegó a adelantarse 7-4 gracias al trabajo de Andrea Blas en la zona y a un revés de Maica espectacular desde cinco metros. Maud Megens marcó para establecer el 7-5 a falta del último parcial.

El último cuarto fue un recital ofensivo y defensivo del equipo español, que marcó tres tantos por ninguno de las holandesas. Fueron dos goles de Roser Tarragó y otro de Maica García para establecer el definitivo 10-5 que daba el oro a España.

10 - España: Laura Ester; Marta Bach, Anni Espar (2), Roser Tarragó (2), Matilde Ortiz, Jennifer Pareja, Lorena Miranda (1), Pili Peña, Andrea Blas (2), Ona Messeguer, Maica García (3) y Laura López.

5 - Holanda: Debby Willemsz; Miloushka Smit, Dagma Rixt Genee, Van der Slott (3), Amarens Genee, Stomphorst, Marloes Nijhuists, Svenich (1), Maud Megens (1), Laura van der Graff, Lieke Klaassen, Leone van der Molen

La selección española masculina de waterpolo derrotó a Rumanía (8-7) alcanzando la séptima posición del Europeo de Budapest (Hungría) y, sobre todo, consiguió la última plaza que da acceso a disputar el Mundial de Kazán (Rusia) en 2015.

Salvo en el 0-1 inicial, conseguido por Diaconu al minuto y medio de partido, el equipo español, entrenado por Gabi Hernández, no perdió la concentración en un disputado partido y tras igualar el partido 20 segundos después, por medio de Albert Español, ya nunca perdió el mando en el marcador.

Los dos equipos sabían lo que estaba en liza, nada menos que una plaza mundialista, y eso se dejó notar en el juego de ambos, más pendientes de la defensa y de no cometer errores que de arriesgar lo más mínimo.