Pasado mañana se presentará en París el nuevo Renault R28 de Fernando Alonso, un monoplaza que rompe con el fracasado modelo R27 de la anterior campaña y que recupera las formas de aquel R26 con el que se proclamó bicampeón del mundo al piloto asturiano. Esa regresión hacia el coche de hace dos temporadas se hace evidente en la parte frontal del R28.

Su innovador morro entierra las líneas redondeadas y convexas del R27 para volver a caer en picado hacia el asfalto, formando un ángulo más cerrado con el suelo. La punta también es más afilada y estilizada, aunque sin llegar a ser picuda, como lo fue la del R26.

El alerón delantero consta de dos planos, un sistema ya utilizado hace dos años, para reducir las turbulencias, un grave problema de Renault en 2007. Este alerón es responsable del 25% de la aerodinámica del vehículo.

Más novedoso es el anclaje de las suspensiones, que se unen directamente al casco a semejanza de Ferrari y la mayoría de escuderías.

Renault presentará en París un innovador coche inspirado en el de hace dos temporadas. Para no desentonar, Alonso también se inspira este año en su look de 2006 volviendo a dejarse el pelo largo.