Las filtraciones de los recorridos antes de las presentaciones, como las escapadas durante las carreras, son parte indispensable del ciclismo en general. Y de la Vuelta en particular. Hasta podría decirse que tienen sus similitudes. Las hay consentidas, las hay interesadas, las hay un poco de farol y posiblemente también haya más de una que alcanza el éxito porque se le va de las manos al pelotón su gestión por negligencia o descuido.

De sobra desmenuzado durante estos últimos días, el recorrido de la Vuelta a España 2014, sobre 3.181 kilómetros, cobró oficialidad este sábado en Cádiz, allí donde fueron publicitados los detalles de un trazado cuyas líneas maestras eran de sobra conocidas. Una oleada de anuncios estos días atrás rebajaban el acto a protocolaria reunión de una generosa porción del gremio ciclista. Y es que se sabía de la 'grand depart' en tierras gaditanas, se conocía del final contrarreloj en Santiago de Compostela, se estaba al tanto de los tres finales en alto consecutivos en León y en Asturias... Y, otros anuncios aparte, se intuía, pues así lo había esbozado el directo de la carrera Javier Guillén, que se minimizaría el impacto de los tan criticados traslados para esta próxima edición. La edición 69.ª.

Y, efectivamente, así vienen dadas con la Vuelta 2014, que se disputará entre el 23 de agosto y el 14 de septiembre. Se asumen los reproches y se evitan las grandes neutralizaciones gracias, en parte, a concentrar las etapas geográficamente. Pero también se insiste en unas señas de identidad proclamadas irrenunciables por la organización, esa apuesta por los kilometrajes moderados (solo una etapa, de momento, supera los 200 kilómetros), por los finales en alto y las llegadas en cuesta, por esa fórmula que le ha venido bien a la carrera, aún a costa de minusvalorar o no explotar algunas de las suertes del ciclismo (como el sprint, como la contrarreloj, como los encadenados de varios puertos y final tras un descenso, como los largos kilometrajes), para internacionalizarse como nunca gracias al apoyo y la tutela de ASO; vamos, del Tour de Francia. Que siempre pase algo. O que pueda pasar.

Esa búsqueda, en suma, de una general abierta hasta la última pedalada donde pueden tener su influencia los pulsos por las bonificaciones, que las habrá (10, 6 y 4 segundos). Un modelo innegociable con inicio andaluz y final gallego. Un periplo que, por primera vez desde 1977, esquiva Madrid y su Comunidad Autónoma. Hacía 37 años del anterior precedente, en la época en la que El Correo afrontaba sus últimos años como organizador. En 1986, sin final capitalino, Leganés acogió una llegada. Y en 1993, la edición anterior en la que gracias a la promoción del Xacobeo la carrera concluyó en Santiago, Madrid sí estuvo presente con un sprint que ganó Laurent Jalabert.

La primera Vuelta con Fernando Escartín como director técnico (en sustitución del despedido Abraham Olano) concentra las etapas, sí, porque de sus 21 jornadas hasta catorce se concentran entre Andalucía (7), Asturias (2) y Galicia (5). Como si la Vuelta 2014 se cimentase sobre una Vuelta a Andalucía y una Vuelta a Galicia ocultas. Además de, al menos, otra tres etapas que prometen final en cuesta y tres con media montaña o puertos cerca del final, ocho serán los finales en alto de la Vuelta 2014.

Cuatro se estrenan (Cumbre Verdes, en Granada; San Miguel de Aralar, en Navarra; La Camperona, en León; Monte Castrove, en Pontevedra) y otros cuatros regresan (Valdelinares, en Teruel, que con sus 1965 metros es el techo de la carrera; Lagos de Covadonga y La Farrapona, en Asturias; Puerto de Ancares, en León, aunque afrontándose por una vertiente durísima : la de la Braña de Pan do Zarco).

El guión de la Vuelta establece que dos finales en alto tendrán lugar antes de la primera jornada de descanso, cuatro en el segundo ciclo y dos para el final. Aunque, en otra novedad, la próxima edición propone tres contrarrelojes: una por equipos de 12 kilómetros para comenzar, otra individual de 34,5 por segundo año consecutivo en Aragón (con final en Borja) y una, para echar el cierre, de apenas 10, casi un prólogo convertido en epílogo. Desmenuzada, pero poca lucha individual. Poco tienen que hacer los contrarrelojistas. Como los velocistas o los rodadores; los sprinters, cuya nómina siempre lució desde que la ronda española dio el salto a septiembre en 1995, apenas tienen cuatro etapas claras (San Fernando y Albacete, expuestas al viento; Logroño y tal vez A Coruña).

"Es un recorrido que está bastante compensado", dice Alberto Contador. "Parece algo menos dura que la de 2013, pero también diría que es más nerviosa. Y que se puede esperar cualquier cosa", comenta un Samuel Sánchez aún sin equipo. "Es un reencuentro con el ciclismo ofensivo", proclama Perico Delgado, demasiado eufórico en su papel.

Con hasta nueve finales y una docena de salidas inéditas,  la Vuelta de 2014 es una nueva renovación dentro de la tradición que está queriendo amasar la carrera por sus propios medios. Con guiños (aunque toque Cádiz, sede en 2013 de todo un Bicentenario que no tuvo en cuenta la carrera)  como el recuerdo a José María Jiménez (que se llevará el ganador en la etapa de Ancares), con el desafío a la gravedad que suponen los porcentajes de La Camperona o de Ancares, con la espectacularidad del firme cementado de San Miguel de Aralar y también con estrenos que ya tardaban: tal es el caso del Puerto de San Glorio, en la decimocuarta etapa con final en La Camperona. Un puerto de la Cordillera Cantábrica con números muy notables y casi 27 kilómetros de esfuerzo.

Por diseño, con permiso de la penúltima etapa, la jornada reina es la de La Farrapona: encadena Colladona, Cordal, Cobertoria y San Lorenzo antes de afrontar la subida hasta los Lagos de Saliencia. A Alejandro Valverde le llamó mucho la atención la mención a un porcentaje en la debutante La Camperona: "Perdona, ¿has dicho un 24%?". "Aquí ahora no importan los kilómetros, importan la pendiente", le respondió Pedro Delgado. La Vuelta 2014, una misma idea pero con un remate diferente. Porque la geografía, y los condicionantes económicos de los que pagan, mandan. Y los ciclistas disponen. "Como se suele decir, el papel lo aguanta todo", comenta Fernando Escartín.

23 ago 1a Jerez-Jerez 12,6 CRE

24 2a Algeciras- San Fernando 174,4

25 3a Cádiz- Arcos de la Frontera 188

26 4a Mairena del Alcor-Córdoba 172,6

27 5a Priego de Córdoba- Ronda 182,3

28 6a Benalmádena-La Zubia 157,7

29 7a Alhendín-Alcaudete 165,4

30 8a Baeza-Albacete 207,4

31 9a Carboneras de Guadazaón- Valdelinares 181

1 septiembre Descanso

2 10a Santa María de Veruela-Borja 34,5 CRI

3 11a Pamplona- San Miguel de Aralar 151

4 12a Logroño-Logroño 168

5 13a Belorado Obregón (Parque de la Naturaleza de Cabárceno) 182

6 14a Santander- La Camperona 199

7 15a Oviedo-Lagos de Covadonga 149

8 16a San Martín del Rey Aurelio-Somiedo 158,8

9 Descanso

10 17a Ortigueira- A Coruña 174

11 18a A Estrada- Monte Castrove (Meis) 173,5

12 19a Salvaterra do Miño-Cangas do Morrazo 176,5

13 20a San Estevo de Ribas de Sil- Ancares 163,8

14 21a Santiago-Santiago 10 CRI

Total: 3.181 kilómetros