El italiano Vincenzo Nibali, ganador de la Vuelta en 2010, quiere ganar la ronda española de 2013 en su camino hacia los posteriores Mundiales de Florencia. El líder del Astaná, triunfador en el pasado Giro de Italia, renunció al Tour de Francia (donde fue tercero en 2012) y esbozó la posibilidad de acudir con un equipo potente lleno de garantias. Cualquier aspirante necesitará un bloque sólido y, sobre todo, un líder firme en una edición que contará con hasta once finales en cuesta o en alto. La Vuelta arranca el sábado el 24 de agosto.

Y esa posibilidad comienza a cristalizar. El director Giuseppe Martinelli ya ha confirmado a cinco compañeros que escoltarán a Nibali en la Vuelta. Y así, además de sus inseparables Alessandro Vanotti y Valerio Agnoli, el Astaná alineará a Paolo Tiralongo, exgregario de Alberto Contador.

Junto a este bloque italiano tomará parte el esloveno Janek Brajkovic, retirado del Tour de Francia por culpa de las caídas y el kazajo Andrey Zeits. La formación que tutela  el polémico excorredor Alexandre Vinokourov medita si también incluir en el equipo al sueco Frederik Kessiakoff y al danés Jakob Fugslang, el jefe de filas en el Tour de Francia. La presencia de Fugslang está condicionada a cómo se encuentre tras concluir la ronda gala.

"A la Vuelta siempre van grandes "lines-up" que no son inferiores a los del Tour de Francia o del Giro de Italia. Y al final, resulta ser una gran carrera. Tal vez no haya tanto tensión, como en el Tour de Francia, pero los corredores luchan día tras día, y proponen una hermosa pelea. Y en los últimos años, la Vuelta resultó ser una de las más bellas carreras de la temporada", explicó Martinelli en declaraciones a la prensa kazaja que recoge Biciciclismo.