El Atlético no pudo confirmar lo anunciado hace unos días ante el Barcelona. Los hombres de Bianchi viajaron a Anoeta con una misión de tipo personal, convencerse de que este año se puede ganar fuera, y otra meramente estadística, ganar de una vez en el campo donostiarra tras catorce años de sequía. Na de na.
La papeleta pareció resuelta en el primer cuarto de hora, con dos latigazos del trío Petrov-Kezman-Torres. El primer tanto lo hizo este último, que ya suma 50 en su todavía breve carrera. El segundo lo anotó el serbio. Tamaña renta acomodó a los rojiblancos. Por allí vino su error.
Los donostiarras mejoraron su efectividad y la remontada tomó cuerpo: Kovacevic apretó el marcador y el Atlético perdió aire, temiéndose lo peor. El empate llegó a poco del final, con un cabezazo de Nihat. Kovacevic concluyó la gesta en el descuento.
La clave
Relajación
El Atlético se relajó en exceso cuando se vio con dos goles por delante. Fue entonces cuando la Real, poco a poco, cogió confianza.
La figura
Kovacevic
El delantero serbio sigue acudiendo puntual a su cita con el gol. Ayer acortó distancias, y ya en los últimos minutos situó a la Real por delante.
El dato
Campo maldito
El Atlético no pudo romper ayer la negra estadística que acumula en sus visitas a Anoeta. Ya son 15 los años que los rojiblancos no ganan allí.
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