Sebastian Vettel extendió su tiranía al otro lado del Atlántico al ganar el GP de los Estados Unidos sin apenas despeinarse. El piloto alemán se apuntó en Austin su octava victoria consecutiva y estableció un nuevo récord en laFórmula 1, ya que ningún piloto ha conseguido una racha de triunfos tan larga en los 63 años de historia del campeonato del mundo.

Además, Vettel, que ya lleva 12 victorias esta temporada, podría igualar el próximo fin de semana, en la última carrera de Interlagos, el récord de 13 triunfos en una misma campaña, logrado en 2004 por Michael Schumacher. «Tenemos que recordar estos momentos, porque no tenemos garantizado que vayan a durar para siempre», fueron las primeras palabras de Vettel por radio, nada más cruzar la meta.

Fernando Alonso, por su parte, firmó un quinto puesto en el circuito texano, que le sirvió para asegurarse matemáticamente el subcampeonato. «Estoy contento por ser segundo otra vez, en realidad es ser el primero de los mortales», dijo Fernando, consciente de la enorme superioridad del equipo Red Bull.

Pero el asturiano no se calló y recordó que el cambio de neumáticos aprobado por la FIA a mitad de temporada benefició al equipo energético: «A principios de temporada tenían algunos problemas en carrera, pero se quejaron y se quejaron hasta que cambiaron los neumáticos y luego ganaron ocho carreras seguidas. Espero que la próxima temporada, si a Red Bull no le funcionan los neumáticos, no los vuelvan a cambiar».

La emoción del GP de EE UU fue muy limitada porque, como ha ocurrido en las últimas carreras, Vettel arrancó desde la pole y no encontró ningún rival hasta la línea de meta. Por detrás, su compañero Mark Webber, que salía segundo, volvió a fallar en la arrancada y Romain Grosjean le acabó arrebatando esa posición en el podio de Austin. El piloto australiano tuvo que conformarse con la tercera plaza.

Alonso, sexto en parrilla, también salió mal y perdió la posición con Sergio Pérez, pero la recuperó en la primera parada en boxes gracias a una mejor estrategia del equipo Ferrari.

Luego, el piloto asturiano siguió exprimiendo al máximo su F138 y consiguió adelantar a Nico Hulkenberg con una gran maniobra, que le dio el quinto puesto final.

Felipe Massa solo pudo ser decimotercero y Ferrari volvió a ceder terreno ante Mercedes en el campeonato de constructores. La escudería italiana suma 333 puntos, por 348 de la alemana.