Sebastian Vettel dio un serio susto en la jornada matinal del miércoles de la segunda semana de entrenamientos de pretemporada de Fórmula 1. El tetracampeón del mundo estrelló su Ferrari SF90 en la curva 3 del Circuit de Barcelona-Catalunya, una de las más rápidas, y dejó su monoplaza seriamente tocado.

El golpe fue de tal calibre que, además de destrozar el tren delantero del coche rojo, obligó a Vettel a pasar por la enfermería por el impacto. Aunque todo se quedó en un susto, fue un serio contratiempo para la Scuderia, que está siendo el equipo dominador en estos test.

"Estaba entrando en la curva 3 y, por lo que sentí en el coche, hubo un problema con la suspensión delantera izquierda. A partir de ahí no había nada que pudiera hacer para evitar chocarme, porque no dependía de mí", se lamentaba después el alemán, antes de criticar la forma en la que está diseñado el veterano circuito catalán.

"Me fui más o menos recto contra el muro. Hubiera sido más fácil si la escapatoria hubiera sido más grande y el coche no hubiera chocado contra nada, porque ahora hay daños que se deben al impacto", señalaba ante los medios. Desde Ferrari sólo confirmaron que el golpe se debió a problemas mecánicos, que les obligó a dejar el coche en el garaje hasta acabar de repararlo.