Vero Boquete: "El fútbol era un coto privado de los hombres y eso está cambiando"

La futbolista Vero Boquete en el estadio del Compostela que ahora lleva su nombre.
La futbolista Vero Boquete en el estadio del Compostela que ahora lleva su nombre.
VERO BOQUETE
La futbolista Vero Boquete en el estadio del Compostela que ahora lleva su nombre.

Si hablamos de fútbol femenino, un nombre viene a la mente de todos, el de Vero Boquete. Tras su experiencia en China, aún no ha decidido su próximo destino, pero lo que sí tiene claro es que la mujer ha llegado al fútbol para quedarse. Ya no es cosa de hombres, y así lo reivindica.

El otro día hizo el saque de honor en el estadio que lleva su nombre. ¿Como se sintió?

Fue un momento muy especial, el mayor reconocimiento a mi carrera y una muestra de cariño de mi gente y de mi ciudad. Muy emotivo.

Es una pionera, supongo que lo sabe. Un nombre de un estadio para una futbolista.

Más que para mí, sobre todo me gustaría destacar que por fin un estadio de fútbol lleva el nombre de una mujer, es un reconocimiento a todas las mujeres deportistas en general y futbolistas en concreto.

El fútbol femenino crece a buen ritmo. España en el Mundial, estadios llenos... ¿cómo ve la evolución que está teniendo?

Lo vivo con mucha ilusión y satisfacción, por fin se ve que hay un avance real, que la situación cada vez es mejor, que cada vez hay más gente que no sigue y hay más referentes femeninos. Sin duda, el futuro va a ser muchísimo mejor.

En el deporte en general hay machismo, pero quizá en el fútbol más. Todavía hay gente que lo considera un deporte de hombres exclusivamente.

Machismo hay en toda la sociedad, y el deporte es un reflejo de ella. Y es cierto que en concreto el fútbol, de manera histórica y tradicional, se ha visto más como un deporte masculino, al menos en España o en Europa. Yo he tenido la suerte de vivir en EE UU, y eso cambia desde la base, el fútbol allí es más femenino que masculino. Nos ha costado más hacernos nuestro espacio dentro del fútbol, era un coto privado de los hombres, y eso está cambiando, la mujer está más asentada dentro del fútbol y del deporte. La situación cada vez está más normalizada.

Lo que también sigue habiendo es un machismo digamos... inconsciente. Como el DJ pidiéndole a Ada Hegerberg que haga twerking en la entrega del Balón de Oro femenino.

Por desgracia estamos acostumbradas a que estas cosas pasen. Ese acto emborronó la gala del Balón de Oro y marcó el momento de Ada, el mayor reconocimiento a su carrera. Pero queremos usarlo de una manera positiva, y es que por fin una anécdota como esa ha sorprendido y ha quedado claro que está mal visto. Fue desafortunado y fuera de lugar, y ojalá eso ayude a que no vuelven a pasar cosas como estas. m

¿Cómo fueron sus inicios, cuando empezó a jugar al fútbol? ¿Cómo lo vivió su entorno?

Recuerdo con cinco o seis años, cuando entré en mi primer equipo. Iba a entrenar pero no podía jugar los partidos porque había una norma que prohibía a las niñas jugar con los niños. Fue la primera vez que me di cuenta de que me iba a encontrar más barreras fuera del campo que dentro de él.

Hasta los 15 años, jugaba con niños, era la única niña de la liga. Por suerte he tenido el apoyo incindicicional de mi familia, pero me he encontrado a lo largo de mi vida a gente que me ha intentado indicar otro camino: profesores, gente en la calle... me animaban a que practicase otro deporte o dejase el fútbol. A día de hoy, las niñas crecen con referentes femeninos, y por eso van más motivadas, ven que es posible ser futbolista profesional.

¿Cree que las niñas de ahora lo tienen más fácil o sigue habiendo demasiadas barreras?

Sigue habiendo barreras, pero lo tienen infinitamente mejor. A día de hoy, no sorprende ver a una niña jugando al fútbol ni en un equipo mixto ni en uno femenino. Contamos con una primera división que ya tiene condiciones profesionales en repercusión y medios, por lo que las niñas de ahora ven que jugar al fútbol es algo normal y que incluso está de moda.

Su salida de la selección fue muy polémica. ¿Sigue pensando en un posible regreso?

Yo he tenido que cerrar esa etapa, pero no de forma voluntaria, no fue decisión mía. Pero después de lo que ocurrió, la doy por cerrada, sé que el seleccionador no cuenta conmigo. Hay que aceptarlo.

¿Cómo ve a España de cara al Mundial? ¿Pensar en ganarlo es realista?

Ganar sería demasiado, pero en fútbol nunca se sabe, por soñar que no sea. España llega en el mejor momento de su historia, con jugadores de gran talento y una mezcla de generaciones. Mínimo se tiene la posibilidad de entrar en cuartos.

¿Su experiencia en China cómo ha sido?

Pues ha sido una experiencia que me ha sacado totalmente de mi zona de confort, pero ha sido fantástica. Me ha ayudado a mejorar tanto a nivel personal, por adaptarse a una cultura distinta, y deportivo, porque me ha exigido muchísimo. Creo que soy mejor jugadora que antes.

¿Hay también mucho dinero como en el fútbol masculino?

Sí, hay mejores condiciones. La liga es 100% profesional, hay una intención clara de China por promocionar este deporte, y hay una inversión que en otros países no se da. Aunque no es comparable al fútbol masculino allí, claro.

Está en el plan Common Goal con Juan Mata. Cuéntenos su experiencia con esto.

Confiamos en el poder del fútbol para cambiar la sociedad y mejorar vidas, por eso destinamos el 1% de nuestros salarios a causas sociales en diferentes países, estamos muy ilusionados, cada vez son más futbolistas los que se unen al proyecto. Es la mejor forma de devolver una parte pequeña de lo que el fútbol nos ha dado.

Usted tiene un proyecto especial.

Sí, una vez que te unes a Common Goal, te plantean diferentes proyectos, y yo he decidido hacerlo en una isla pequeña en el Caribe, en Santa Lucía, es de integración de las mujeres sobre todo a través del fútbol.

¿Cuáles son tus planes de futuro?

Lo primero por decidir cuál será mi próximo destino. A día de hoy no lo sé, estoy viendo todas las opciones, pero regresar a China lo veo cada vez más lejano. Mi intención es ir a un sitio donde el proyecto sea ambicioso, donde los objetivos me motiven. Sí es cierto que echo de menos luchar por títulos, estoy en un momento de mi carrera donde todavía puedo hacerlo.

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