La goleada del Barcelona ante el Huesca fue liderada, como no podía ser de otra forma, por Leo Messi. El crack argentino anotó dos goles y jugó a altísimo nivel, pero más allá de eso, que ya es absolutamente habitual, una de las noticias más destacadas fue el gran rendimiento que dejaron tanto Ousmane Dembélé como Philippe Coutinho.

Los dos fichajes más caros de la historia del club aún no han terminado de arrancar. La exigencia es muy alta -el alto precio pagado por sus traspasos evidentemente es una etiqueta de la que no se van a librar tan fácilmente-, y Ernesto Valverde está buscando la forma de que ambos se encuentren lo más cómodos posible.

De momento, el Barcelona ha cambiado su sistema habitual de la pasada temporada. El equipo culé está dibujando ahora un 4-3-3 en el que Coutinho hace las veces de interior izquierdo –el relevo natural de Andrés Iniesta- y Dembélé ha dejado de jugar en la banda derecha para hacerlo en la izquierda, cerca del brasileño. Y ante el Huesca ambos estuvieron a gran nivel.

En la jugada del 3-1, Coutinho le dio un gran pase a Jordi Alba, para que éste después asistiera a Luis Suárez, y fue Dembélé el que hizo el 4-2 con una brillante definición, con un disparo cruzado. Coutinho volvió a tener protagonismo con el 6-2, dándole un enorme pase a Messi, que definió con maestría.