Son once los años que el Valencia lleva sin jugar una final de la Copa del Rey, y la pasión que se vive en la capital del Turia nadie la representa mejor que Santiago Raga y Nacho Machanposes. Estos dos valencianos de mediana edad (46 y 42 años) han decidido que la mejor forma de vivir el partido es convertirlo en una aventura: han cogido un Seat 600 y con él recorrerán casi 700 kilómetros (652, más concretamente) hasta Sevilla para soñar con ver la conquista de un título de su equipo, que juega este sábado en el Benito Villamarín ante el FC Barcelona (21 horas).

"Somos de una peña, llevamos muchos años yendo a Mestalla. Santi tenía ilusión por comprarse un 600, y a raíz de ahí, como se lo pillo hace tres años, lo tuneamos con símbolos del Valencia", explica Nacho a 20 Minutos.

Sin duda, es imposible que no sean el centro de atención durante todo el camino. El pequeño y mítico coche de la marca Seat va decorado con el escudo el Valencia, un murciélago y nombres de jugadores míticos del club. Allá donde van, todas las miradas se posan en ellos. "Ayer (martes) hicimos 377 kilómetros. Hoy (miércoles) haremos unos 210 ó 215", explica Nacho mientras Santi va al volante.

Como lo importante es llegar, es clave cuidar un coche que tiene muchos años a sus espaldas. "Paramos cada 80 kilómetros para ir dando un poco de descanso al 600 y al motor, hoy va a hacer bastante más calor, más de 30 grados. Iremos parando, disfrutando, tomando algo".

La pasión por la final en Valencia es muy fuerte, y Nacho trata de explicarlo no solo desde lo deportivo, sino describiendo cómo es la hinchada che. "La afición del Valencia, a las buenas y a las malas, es muy pasional. Es de sentimiento, de corazón. Hace 11 años que no llegamos a la final y siempre es sentimiento de orgullo de pasión. Si has vivido unas fallas, ya sabes cómo somos los valencianos. Llevamos un ninot de cartón y piedra diseñado por José Luis Platero", cuenta.

Lo que sí que esperan estos dos aficionados es que el buen rollo se imponga en las calles sevillanas. Que no haya incidentes y que en la final solo se hable de lo que ha pasado en el campo. Y que se olviden las diferencias políticas pese al tenso momento que vive España. "Si pasa algo no es porque esa afición sea más o menos violenta, cafres hay en todos los sitios y eso es lo que hay que evitar. El fútbol es deporte, unión, hermandad. Animar a tu equipo pero siempre desde el respeto. Sin buscar confrontación ni política ni ideológica", explica Nacho.

En lo puramente deportivo, hay esperanza en la afición valencianista... pero también temor a un jugador. Leo Messi, por supuesto. "Puede ganar cualquier equipo, pero Messi es impresionante, no va a haber otro jugador como él nunca. Aunque en un partido de fútbol puede pasar cualquier cosa. Por ilusión ganas, esfuerzo y sentimientos confío en el Valencia. Quieren la Copa y la afición va a estar volcada, seguro que nos la vamos a traer a Valencia", explica Nacho, que suelta un deseo al aire que difícilmente se va a cumplir. "El Barça es un equipazo, pero esta vez que dejen de pensar en la Copa, que nos la dejen a nosotros".