El Valencia, tras la derrota por 4-0 ante el Zaragoza, atraviesa por una situación de crisis a pesar de que los puntos que acumula en la tabla son similares a estas alturas de la Liga a los de las campañas de los últimos títulos.

Aunque los registros del equipo se parecen a los de sus mejores campañas recientes, las cifras no sólo no le ofrecen al equipo opción alguna de revalidar el título, sino que le obligarán a trabajar a fondo para alcanzar la tercera posición de la tabla.

Ahora el equipo que entrena Unai Emery tiene 54 puntos, registro parecido a falta de diez jornadas para el final del campeonato, al de 2002 y 2004, cuando el Valencia logró sus últimos títulos ligueros.

A falta de la disputa de los últimos treinta puntos del torneo, en 2002 el Valencia ya era primero aunque con tan sólo cincuenta puntos, cuatro menos de los que tiene en la actualidad.

Por contra, en 2004, el Valencia aunque tenía siete puntos más (57) era segundo en la tabla en una campaña en la que fue capaz de aprovechar su línea ascendente para ser campeón.

Diferente es la situación de esta campaña en la que el Valencia es tercero con 54 puntos, con el Villarreal muy cerca como cuarto clasificado, pero a una gran distancia de los dos primeros de la tabla, ya que el Barcelona 75 puntos y el Real Madrid tiene 70.

El panorama del Valencia actual es similar al del pasado campeonato en el que el equipo era tercero con tan sólo un punto menos (53).

Pese a que los números hablan de una campaña más que aceptable del equipo de Unai Emery, al que sólo una racha muy negativa puede dejarle fuera de la Liga de Campeones, el equipo trasmite irregularidad y falta de continuidad en su juego y en sus alineaciones.

Las rotaciones son permanentes en un equipo en el que para algunos jugadores es habitual pasar de la titularidad a no ser convocados, de la misma manera que no entrar en una lista no impide entrar en el once inicial en el siguiente encuentro.

Tampoco es inusual que los jugadores ocupen posiciones que no son las más habituales para ellos, tal y como ocurrió en Zaragoza, donde el Valencia sufrió el peor varapalo de la temporada.

Por ejemplo, el lateral francés Jeremy Mathieu jugó de centrocampista por la banda izquierda por delante de Jordi Alba, un extremo reconvertido en lateral.

El turco Memhet Topal y David Albelda, dos centrocampistas de corte defensivo, llegaron a actuar como centrales en un encuentro en el que el técnico Unai Emery sacó a un central (Ricardo Costa) para dar entrada a un centrocampista ofensivo (Éver Banega) todavía en el primer tiempo ante la incredulidad del central portugués.

Ni estas circunstancias ni otras parecidas han impedido que el Valencia ocupe una buena posición en la Liga con unos registros de victorias, empates y derrotas muy favorables, así como de goles a favor.

Tan sólo en el capítulo de los goles en contra, el Valencia está por debajo de lo esperado respecto a otras campañas con trayectorias similares.

El Valencia ha recibido hasta ahora 32 goles en la Liga, pero en tan sólo siete de sus veintiocho partidos ha mantenido su portería a cero, lo que no le ha impedido ganar muchos partidos con remontadas incluidas.

En todos los partidos en los que el Valencia mantuvo su portería a cero logró la victoria excepto en el empate ante el Spoting de Gijón en Mestalla.