El equipo de Málaga no fue superior en casi todo el partido, pero a partir del tercer cuarto, que fue cuando el equipo vitoriano comenzó a notar el cansancio, el Unicaja comenzó a irse en el marcador. En este momento también comenzaron a funcionar mucho mejor en defensa, lo que hizo aumentar más las diferencias.

 

El equipo malagueño fue a remolque en los dos primeros cuartos, ya que no lograba frenar el juego interior del TAU, en el que el pívot argentino Scola destacaba en su ofensiva. El primer cuarto acabó con 20-22 favorable a los vitorianos.

 

La salida a la cancha del base Carlos Cabezas marcó la diferencia e inició la transformación del Unicaja, que comenzó a volverse mucho más ofensivo. 

 

Cabezas, Brown y Garbajosa fueron los que le dieron la victoria a los suyos, ya que mantuvieron las distancia obtenida en los puntos. En este momento, Herrmann decidió unirse al festival de canastas y casi sentenciar el partido.

 

Al final, el TAU intentó maquillar un poco el resultado, que de poco le sirvió por el gran juego de los locales, que se llevaron el triunfo (87-76).