Unicaja rozó la victoria en los últimos segundos de su primer partido del Top 16 de la Euroliga contra el Barcelona, pero ni un tiro de Beniface N’Dong ni un palmeo de Jeri Welsch pudieron forzar la prórroga con 64-62 en el marcador.

Ni los malagueños se parecían a los que plantaron cara al Tau en Vitoria hace una semana en la Copa del Rey ni los azulgranas demostraron su habitual buen juego en casa, pabellón siempre temible.

Era el primer encuentro de los de Sergio Scariolo sin su base habitual, Carlos Cabezas, baja por una rotura de fibras, y desde los primeros minutos se notó su ausencia. Les faltaba dirección, claridad en los ataques, intensidad en defensa; y los azulgranas, sin el recién destituido Dusko Ivanovic, salieron a defender su orgullo.

Sin acierto en los libres

Tras el descanso, con 40-31 en el electrónico, Haislip, Berni y Kus volvieron a meter a Unicaja en el partido desde la línea de 6,25, pero los fallos desde el tiro libre no permitieron a los andaluces adelantarse en el marcador.

Pese a la derrota, que coloca a Unicaja último de su grupo, la diferencia en un posible basketaverage no es muy amplia, únicamente de dos puntos. El próximo jueves Unicaja se enfrenta en Roma al Lottomatica, a priori el equipo más fácil del grupo. Pero antes reciben el domingo (12.30) al Estudiantes en el Martín Carpena.