Cavendish logra su tercer triunfo en un Tour donde lo deportivo vuelve al segundo plano

  • Riccò fue el tercer expulsado del Tour por dar positivo en dopaje.
  • La duodécima etapa terminó con un sprint masivo.
  • Así te lo contamos, en directo.
Cavendish gana al sprint la duodécima etapa. (EFE)
Cavendish gana al sprint la duodécima etapa. (EFE)
EFE
Cavendish gana al sprint la duodécima etapa. (EFE)

168,5 kilómetros separaban Lavelanet y Narbona, el recorrido de la duodécima de un Tour, otro más, en el que, desgraciadamente, lo deportivo ha pasado a un segundo plano. Tocado por los positivos de Manuel Beltrán y Moisés Dueñas, hoy se anunció el del italiano Riccardo Riccò, el hombre que animó los Pirineos. Todo su espectáculo, eclipsado.

Las comparaciones con Pantani, que si se agarraba abajo en el manillar, que si volaba cuesta arriba, que si era su ídolo, han ido más allá: como Marco, que dio positivo en el Giro de Italia 1999, Riccò también ha pecado. Las fotos en el podio, la majestuosidad del jersey de líder han sido sustituidas por las detenciones policiales y los registros.

Aún tiene que conocerse el contraanálisis en todos los casos; Dueñas, de momento, ya ha reconocido en su declaración ante el juez el consumo de productos para mejorar su rendimiento deportivo. Y lo hacía, explicó, a espaldas de su equipo, el Barloworld. Para él la redención se complica. Habrá que ver en los otros casos.

El otro protagonista de un día raro fue el británico Mark Cavendish, el hombre rápido del Team Columbia que logró su tercera etapa en el Tour. Un joven que se consagra como la gran referencia de las llegadas masivas en su primera participación. Ya "mojó" dos veces en el Giro. Pero su progresión no llenará páginas. Todo el pelotón, todo el ciclismo, vuelve a estar cuestionado y las excusas comienzan a perder sustento.

Dos franceses, Arnaud Gérard (Française des Jeux) y Samuel Dumoulin (Cofidis), intentaron concretar una escapada. Saltaron en el kilómetro 36 y lograron hasta cuatro minutos de margen; pero el pelotón, entre somnoliento y desganado, les mantuvo a una distancia prudencial. Juanjo Oroz, el potente ciclista vasco del Euskaltel, se fugó aprovechando lo cerca que estaba el pelotón del dúo y conectó con los franceses. El trío, a diez de la meta, fue cazado con un grupo en el que los velocistas se relamían por la oportunidad.

Este viernes, el Tour afronta una jornada de 182 kilómetros entre Narbona y Nimes. Una etapa de perfil quebrado en la que la mejor noticia sería la vuelta de una normalidad que se ha perdido desde hace dos jornadas. O diez años, según se mire.

Así quedan las clasificaciones.

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