Si Tony Martin salía este viernes para afrontar la séptima etapa del Tour de Francia, lo iba a hacer con la clavícula izquierda rota. El alemán, que sufrió una caída y provocó una montonera dentro de los últimos mil metros de la sexta etapa de la ronda francesa, se temía lo peor y lo peor no tardó en confirmarse. "Los médicos son claros, tiene la clavícula rota, hemos perdido el maillot amarillo", aseguró el director del equipo Etixx, Patrick Lefevere, sobre el ciclista germano. Adiós al Tour. Segundo amarillo que abandona esta edición, curiosamente.

El accidente ha provocado un enfrentamietno entre dos de los aspirantes a la victoria final, el italiano Vincenzo Nibali y el británico Chris Froome. El actual ganador de la ronda gala acusó a Froome de haber provocado el lance y el líder del Sky no dudó en acudir al autobús del equipo Astana para negarlo.

"No he sido yo", dijo el ganador de 2013, mientras que Nibali reaccionó pidiendo disculpas, puesto que las imágenes de televisión dejaban claro que el británico no había sido el causante del incidente. Inicialmente Nibali se había mostrado muy enfadado ante los medios de comunicación por la caída en la que se vio envuelto: "No entiendo lo que ha pasado. Alguien ha venido a mi izquierda, Froome ha caído sobre mi".

El incidente entre los dos últimos vencedores del Tour se saldó finalmente con una conversación. Nibali, por su parte, aseguró que sufre un golpe en el codo y en la pierna pero precisó que "no parece nada grave".

En la caída también se vio involucrado el colombiano del Movistar Nairo Quintana, quien padecía algunas heridas en su brazo derecho por las que cruzó la línea de meta sangrando. "Tengo un golpe superficial; ahora mismo en caliente no noto nada, pero espero que no sea nada y mañana amanezca bien el codo. En casa pueden estar tranquilos", valoró Quintana. También, aunque en los primeros kilómetros, y de forma más accidental, besó el suelo su compañero Alejandro Valverde.