¿Cómo se siente?

Me siento indefenso porque no me han dado la oportunidad de demostrar mi inocencia. Ahora recurriré a la justicia ordinaria para pedir la suspensión cautelar.

¿Ha llorado muchas veces desde que empezó todo?

No. La única vez que lo hice fue cuando falleció mi padre, el año pasado.

Así que se le juntó todo.

Fíjate, mi padre estaba en coma en Brasil con mi madre a la cabecera y les llegaban todo tipo de noticias, incluso que el supuesto dopaje era por cocaína.

¿Cree que ha habido mala fe en el proceso?

Fui el chivo expiatorio de Madrid 2012, para demostrar que en España la tolerancia con el dopaje era cero.

¿Se trata igual a todos los futbolistas (Gurpegui está jugando gracias a la cautelar)?

En mi opinión, ellos creían que un extranjero de 35 años no iba a luchar.

¿Con ganas de irse a Brasil?

Tengo pensado volver en el futuro, pero todavía he de convencer a mi hijo de siete años, que se quiere quedar en España.

¿Cómo está su familia?

A veces he tenido que animar yo a mi mujer. Mis dos hijos pequeños se enteran menos.

¿La gente de Vigo le ha animado?

Sí, me paran por la calle y me animan muchísimo.

BIO

(13-09-1970). Natural de Brasil,  juega en España desde 1996, tres años en el Salamanca y siete en el Celta.