La primera jugadora gallega en llegar al baloncesto universitario estadounidense se llama Tamara Abalde. A sus 18 años, llegó, vio y, en uno de sus primeros partidos con la Universidad de Lamar, anotó 44 puntos. Hacía once años que nadie lo conseguía en su equipo...

¿Es la primera sorprendida?

No tenía ni idea de que el récord estaba en 44 puntos.

¿Qué le han dicho su entrenador y compañeras?

Todos me felicitaron y se alegraron mucho por mí.

¿Qué busca en EE UU?

Vine aquí por varios motivos. Primero, porque se juega un baloncesto diferente, y segundo, a nivel personal me pareció una oportunidad increíble de vivir aquí y aprender inglés.

¿Es muy distinta su vida allí a lo que era en Vigo?

Sí. Aquí hago vida en el campus: vivo aquí, me entreno aquí, voy a clase y mis amigos están también en la universidad. Además, a la hora de compaginar estudios y entrenamientos todo es más fácil que en España.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido de EE UU?

Lo importante que es el deporte en la universidad.

¿Lo que más echa de menos?

A mi familia y a mis amigos. Y también la comida de mi madre (risas).

¿Y la persona que más añora?

Mi hermana mayor y mi mejor amiga, Paloma.

¿Cómo supera los momentos de bajón anímico?

Pues, aunque suene a mentira, no he tenido ningún bajón, de verdad.

¿Piensa venir a España para Navidad?

Sí, me voy a casa una semanita. Pasaré mucho tiempo con mi familia y mis amigos.

Creo que es aficionada al flamenco, ¿se ha llevado un buen cargamento de CD?

Pues sí, me encanta el flamenco y, en general, casi toda la música en español. ¡Siempre tengo flamenco puesto en mi habitación!

¿Le va a pegar la afición a sus compañeras?

(Risas) Lo estoy intentando, pero no están por la labor...