No es duro en cuanto a rampas, pero sí por el desgaste acumulado en sus más de veinte kilómetros de subida. El paso por La Creueta, uno de los tres pasos de montaña más altos de los Pirineos catalanes gracias a sus más de 1.900 metros, le aportó mucha incertidumbre este martes una cuarta etapa de la Volta a Catalunya de la que salió líder el tercero de los tres integrantes de la fuga del primer día en Calella, el belga Bart De Clercq. Era el que faltaba tras Maciej Paterski y Pierre Rolland.
El galo mostró debilidad en La Creueta (mucho antes la había mostrado el británico Chris Froome), se quedó a ocho kilómetros de su cima, con 40 kilómetros y la subida final por delante, y alimentó la opción del cambio de líder. Pero mientras Rolland se dejó más de cinco minutos, el ciclista del Lotto-Soudal, lejos de los focos, logró salvar el día y rentabilizar los réditos de esa fuga camino de Calella para convertirse en el nuevo líder con 21 segundos sobre el australiano Richie Porte y 26 sobre el italiano Domenico Pozzovivo. Restan tres etapas, las llegadas tienen bonificaciones y la carrera esboza otro desenlace… pero no hay más finales en alto y solo el paso por el Coll de Lilla, este viernes, está cerca de meta para desplegar juegos de estrategia.
En el aparcamiento de la Font Canaleta de la estación gerundese se impuso el estadounidense Tejay Van Garderen (BMC), otro de los ilustres presentes en la carrera y uno de los grandes damnificados por las caídas en la jornada de Girona. Van Garderen arrancó a menos de cinco kilómetros del final, ya en la subida a La Molina, y le dio continuidad a un arranque previo del irlandés Daniel Martin (Garmin-Cannondale).
Dos movimientos que llegaron de manera inmediata al final de la última gran fuga del día, sostenida por Tom Danielson (Garmin-Cannondale) y Riccardo Zoild (Trek). El Sky había mantenido un ritmo muy vivo ante la opción de un cambio de liderato que podía beneficiar a Richie Porte y abrió el apetito por la victoria de etapa y las bonificaciones. E incluso dejó que el bielorruso Kyrienka, con esa marcheta suya, se destacase unos metros. Arrancaría también en un par de ocasiones Alberto Contador, pero el madrileño del Tinkoff-Saxo, ahora quinto en la general a 28 segundos, no logró abrir en ningún momento un gran hueco y el australiano Porte, aferrado a la rueda de su compañero Kyrienka, le daría alcance para alejarse ya dentro del último kilómetro.
Este viernes la quinta etapa de la Volta conecta Alp y Valls tras 195,4 kilómetros que presentan, en las cercanías de meta, el Puerto de Lilla. Un enclave para las emboscadas, acaso insuficiente para derrocar al actual líder de la carrera.
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