Superhombres de carne y hueso

Nadar, pedalear y correr.
Tres maneras exigentes de hacer deporte que, unidas, dan forma al triatlón, un deporte en alza y duro como pocos. En su distancia olímpica (1.500 metros de natación, 40 km de bicicleta y 10 km de carrera), Javier Gómez Noya se ha adjudicado la copa del mundo en la penúltima prueba de Cancún. En el Ironman, el triatlón original que nació en el paradisiaco Hawái, hay que afrontar tres kilometros  de natación, 180 en bici y, de postre, un maratón (42,195 km). Allí, en la que dicen es la prueba más exigente del mundo, el vitoriano Eneko Llanos acabó quinto.

JAVIER GÓMEZ NOYA GANADOR DE LA COPA MIUNDIAL DE TRIATLÓN

«No he mordido el oro, pero sabe muy bueno»

¿Hubo fiesta tras la victoria en Cancún?

Al poco de acabar ya estaba en el aeropuerto para regresar a casa...

Rumbo a casa, ¿qué tal su espera en la T-4?

Esta vez se han portado bien en Barajas.

¿Alguna vez no...?

Retrasos en la entrega de la bici, la caja rota...

Nadal muerde sus trofeos. ¿Y usted?

No lo he mordido. No quiero perder ningún diente (risas), aunque el sabor que me deja el oro es muy bueno.

Le habrán dicho que, por sus problemas cardiacos, ésta ha sido una victoria de corazón...

No me gusta el titular. Ésta es una gran victoria más allá de todo problema físico.

¿Su regularidad es la mejor forma de decir que puede competir?

Los resultados deportivos no tienen por qué ser un argumento, sino la opinión de los médicos que han avalado mi estado óptimo.

¿Qué pensó cuando entró en meta?

En nada concreto. Sólo sientes satisfacción por el trabajo bien hecho.

Del triatlón, ¿se queda con alguna prueba?

Con todas. En función del momento de la temporada, andas mejor en una o en otra. Aunque me va más la carrera a pie...

Su juventud invita a pensar en el futuro...

El triatlón es un deporte de resistencia donde es raro sacar lo mejor a los 23 años. Tengo margen de mejora.

Bio

23 años. Nació en Ferrol (A Coruña). Ha sido campeón del mundo sub-23 y campeón de España.

ENEKO LLANOS QUINTO EN EL IRONMAN 2006

«Se me caía la baba con las olas de Hawái»

Después de semejante paliza, viene bien una siesta...

Me conformo con un buen descansito.

¿Se agota uno más física o mentalmente?

Ambas. Se acumula mucha tensión y mucho cansancio en ocho horas. Vas al límite de tu capacidad física.

¿Y cómo acaba uno?

Eufórico y cansado. Al rato te viene un bajón.

¿Acabar es un éxito o una obligación?

El objetivo suele ser finalizar la prueba, porque llegar a meta es una satisfacción, aunque los profesionales queremos hacerlo delante.

El primero es un hombre de hierro. El quinto, ¿de qué material es?

(Risas). Todos son unos fenómenos de hierro.

¿Cómo llevó competir en un paraíso como Hawái?

Me encanta el surf y cuando veía las olas se me caía la baba.

¿Se le quedaba pequeño el triatlón?

Siempre me ha apetecido probar. Éste ha sido mi séptimo Ironman y he acabado tres.

Del triatlón, ¿se queda con alguna prueba?

Con el triatlón en general. Si no, mejor hubiera sido haberme dedicado en exclusiva a una concreta para rendir más.

¿Es un deporte sano?

Como simple afición, es saludable. A nivel profesional, seguro que a la larga pasa factura.

¿Se ‘pica’ mucho con su hermano Héctor?

Alguna vez al entrenar. Pero es un pique sano.

Bio

Nació en Vi-toria (30-XI-1976). Ha sido campeón del mundo de larga distancia (2003).

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