Fue un partido con un marcador bastante pobre gracias a la buena defensa de ambos y por culpa de los errores que cometieron. En el último cuarto se vio a dos equipos con muchos nervios para ganar y sin grandes ideas. Lo fallaron casi todo.

 

El TAU se llevó la Supercopa a casa gracias a la mayor experiencia y a su saber estar en la pista. Scola fue el que, a falta de veintitrés segundos, dio la puntilla al Granada con una gran canasta que le ayudó a conseguir el MVP del torneo. «Sin duda es un estímulo muy importante para nosotros», declaró el jugador argentino.