Acostumbrado a evitar temas candentes y despejar asuntos delicados, Santiago Solari cambió de registro este sábado, en su rueda de prensa previa al partido de Liga contra el Real Valladolid, el primero de los 12 oficiales que restan al Real Madrid esta temporada una vez eliminado de la Copa del Rey y la Champions League.

El entrenador argentino, consciente de que su futuro en Chamartín puede tener las horas contadas, admitió que hay jugadores que no han estado a la altura del escudo. Le preguntaron cuántos y dijo que “la mayoría” sí ha cumplido con estas expectativas de profesionalidad. “A quien no lo ha estado, ya se lo he transmitido”, añadió el técnico.

Solari no dio nombres, aunque poco después envió un claro recado a Isco Alarcón. Cuando un reportero recordó las disculpas del mediapunta malagueño a sus compañeros por no viajar con ellos en autobús al quedar fuera de la convocatoria contra el Ajax, el técnico respondió: “Las cuestiones disciplinarias las manejamos de manera interna. Para jugar hay que ponerse primero en forma física y luego la forma competitiva, es inexorable”.

Preguntado sobre su posible despido, Solari evitó pronunciarse. “No son valoraciones para mí. Soy entrenador y mi obligación es hacerlo lo mejor. No es el momento más bonito. Tenemos una obligación profesional y hay que quedar lo más arriba posible”.