Sobrevivir en alta mar

Ballenas, icebergs, niebla, borrascas y olas gigantes, son los peligros de la Vuelta al Mundo que parte mañana de Vigo.
El pasado 5 de noviembre se celebró la regata costera de Sanxenxo, que ganó Ericsson, pero será mañana, en Vigo, cuando comienza en serio la Vuelta al Mundo de Vela. Por primera vez en su historia, esta competición, que nació en 1973 en Porstmouth, tiene su punto de partida fuera de territorio británico. El Rey Juan Carlos I será el encargado de disparar el cañonazo de salida.
 
El único barco español, el Movistar, llegó el miércoles a Vigo entre vientos de polémica, ya que los otros seis contendientes permanecerán en Sanxenxo hasta mañana «porque allí tienen su centro de operaciones y el puerto está preparado para una carrera de esta envergadura», aclararon a 20 minutos  fuentes de la organización.
 
Siete meses de riesgo
 
Por lo tanto, arribarán al puerto de Vigo y sólo se les podrá ver zarpar hacia Ciudad del Cabo. Antes de llegar a la meta en Goterbog (Suecia), el 17 junio, habrán recorrido 58.523 kilómetros (31.600 millas náuticas) surcando cuatro océanos y cuatro continentes en nueve etapas.
 
Pedro Campos, director del equipo español cuarto en la regata costera, asume el papel de favorito y asegura que «lo más duro son las tormentas de mar, no saber si te vas a encontrar un barco de frente o te va a tumbar una ola y la niebla». En la primera etapa se toparán con ballenas y los peligrosos peces semisumergidos luna. Sus rivales son el Ericsson sueco y el Piratas del Caribe, monocasco estadounidense con Paul Cayard al timón.
 
A Guillermo Altadill, que navagerá su sexta Vuelta al Mundo,  a bordo del equipo nórdico, le atrae la Antártida «con sus borroscas e icebergs donde la tripulación depende de sí misma». Cayard prefiere «los albatros y las grandes olas del mar del Sur».
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