El máximo goleador de la competición, con nueve tantos, dio por perdido a su compañero Filippo Inzaghi para el partido del martes debido a la gripe que sufre: "Es una lástima, pero esperemos que no incida mucho en el resultado final", dijo.
Aunque el partido de San Siro será también el choque entre los dos últimos Balones de Oro, Ronaldinho (2005) y Shevchenko (2004), el ucraniano restó importancia a ese duelo personal apelando al "espíritu colectivo del fútbol".
Sin comparaciones
Pese a ello, el ucraniano reconoció que el brasileño "es un gran jugador, de los que se divierte dando belleza al fútbol", aunque también reivindicó el carácter más práctico del Milan: "No todos tenemos que ser iguales, cada uno tiene su forma de ser", apostilló.
Para superar la eliminatoria ante el Barcelona, reconoció que el conjunto milanista debe "hacer algo más" de lo que apuntó en el cruce anterior, frente al Olympique de Lyon.
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