Xherdan Shaqiri es la principal ausencia de la convocatoria del Liverpool para jugar contra el Estrella Roja en Belgrado. El jugador suizo se ha quedado en la ciudad inglesa, pero no por motivos futbolísticos, sino sencillamente para evitar polémicas y líos extradeportivos.

Lo confesaba el propio Jürgen Klopp en rueda de prensa. "Hemos escuchado y leído las especulaciones y hablado sobre el tipo de acogida que recibiría Shaq y, aunque no tenemos ni idea de lo que sucedería, queremos ir allí y centrarnos al cien por cien en el fútbol y no tener que pensar en nada más, eso es todo", explicaba el técnico alemán, que no ve en esta ausencia "ningún mensaje político".

En este sentido, Klopp afirma que quieren "evitar cualquier distracción que haga perder atención durante los 90 minutos. Por esa razón, Shaq no está viaja. Él lo acepta y lo entiende esto. Shaq es nuestro jugador, lo amamos, y jugará para nosotros muchas veces, pero no el martes", confirmó el alemán.

Todo viene del Mundial de Rusia. Shaqiri y su compatriota Xhaka son suizos de origen albanokosovar, y ambos celebraron sus goles ante Serbia con las manos en el pecho, simbolizando el águila de dos cabezas de la bandera de Albania. Desde el país exyugoslavo entendieron este gesto como una provocación, e incluso la FIFA se planteó sancionarles, dado que se prohíbe cualquier mensaje de índole político en sus competiciones.