El ambiente era de tarde grande. El Real Betis, ya clasificado para competición continental, no sólo tenía la oportunidad de quedar por encima de su gran rival después de muchos años, sino que además podía ayudar a condenar al Sevilla a no jugar en Europa la próxima temporada. El aliciente era tremendo, y se notó en los prolegómenos del encuentro, donde a la habitual agitación que precede a un derbi sevillano se sumó esa circunstancia.

Caparrós hizo cambios muy significativos en comparación al encuentro frente al Real Madrid del pasado miércoles. Si ante el conjunto blanco la idea fue jugar con Muriel y con Ben Yedder arriba y jugar muy directo, esta vez el utrerano buscó muchos jugadores para tener el control de la pelota, con Banega, Sarabia o Roque Mesa sobre el terreno de juego.

En cualquier caso, el plan de juego estuvo muy condicionado por el tempranero tanto del 1-0. Fue una falta lateral que Joaquín puso de maravilla en el corazón del área, y Bartra, con una gran prolongación, sorprendió a Soria. El Betis iba por delante pero no conseguía progresar con comodidad, y la buen presión sevillista ponía en apuros los primeros pases del Betis, hasta el punto de que Setién, aún yendo por delante, hizo una modificación táctica en el descanso, entrando Boudebouz en el lugar de Guardado y modificando el sistema táctico.

En el segundo tiempo, el Sevilla siguió mostrándose superior a pesar de la desventaja en el marcador, y en los primeros diez minutos Nolito y Sandro tuvieron dos ocasiones muy claras, aunque el disparo del primero se marchó fuera y el del segundo lo detuvo bien López. El 1-1 llegó en el minuto 57, en una jugada muy extraña en la que Ben Yedder se escurrió, y su centro al área fue rebotado en dirección portería y el francés estuvo muy acertado para empujar a la red.

El Betis, a partir de ese momento, buscó reaccionar, y de hecho, de inmediato, el equipo local tuvo una gran oportunidad para volver a ponerse por delante, después de que Joaquín le pusiera un balón de oro a Loren Morón, que tardó demasiado al controlar el cuero y permitió que Lenglet se le echase encima y acabase arrebatándole la pelota.

En el tramo final, el Sevilla siguió apretando. Con un Nolito que recibió en varias ocasiones escorado a banda izquierda, el cuadro de Caparrós logró profundizar y hacer daño al cuadro verdiblanco. En el minuto 78, un córner que se quedó corto fue prolongado por N'Zonzi y Kjaer, en el segundo palo, puso el 1-2. El mazazo, teniendo en cuenta lo bien que estaba jugando el Sevilla, parecía definitivo, pero el equipo de Setién mostró los dientes de nuevo.

Fue en el minuto 81 cuando el Betis logró empatar, en una acción de transición muy veloz que acabó en centro al área sobre Loren, que de nuevo estrelló el cuero contra Soria, pero en el rebote estuvo muy vivo y consiguió remachar a la red. A partir de ese momento ambos conjuntos se midieron mucho más, ya que el Betis quedaba por encima de su gran rival y los de Caparrós confirmaban su presencia en Europa.