Sergio Ramos dio la cara tras la fuerte derrota que sufrió el Real Madrid frente a un Atlético de Madrid muy superior en pretemporada. El capitán madridista relativizó el 3-7 que les metieron los de Simeone, dado que era un partido de pretemporada, pero eso no deja de ser motivo de preocupación.

"La sensación no es nada buena", admitía el defensa blanco, aunque luego señalaba que los dos equipos habían salido de manera muy distinta. "Nosotros nos lo hemos tomado como un amistoso y ellos no", aseguraba, para posteriormente insistir en esta idea: "Ellos se lo tomaron como una final".

El 3-7 es "demasiado amplio", en opinión de Ramos, que no puso más paños calientes. "Nos vamos jodidos. Se puede perder de muchas formas, pero así no. Después de una primera parte horrible el objetivo era olvidarla y tratar de ganar la segunda. Eso al menos lo hicimos. Es un resultado muy malo", zanjó al respecto.

Sobre posibles causas, Ramos negó que fuese una cuestión de actitud. "La ambición sigue intacta. Hemos ganado mucho, pero eso es pasado. Empezamos de cero, hay que olvidar la temporada pasada", pidió, y apuntó que "es muy pronto para hacer valoraciones".