El TAS da la razón a la IAAF: Caster Semenya deberá reducir sus niveles de testosterona

La sudafricana Caster Semenya tras las semifinales de los 800 metros en los Juegos de Río.
La sudafricana Caster Semenya tras las semifinales de los 800 metros en los Juegos de Río.
FRANCK ROBICHON / EPA / EFE
La sudafricana Caster Semenya tras las semifinales de los 800 metros en los Juegos de Río.

Caster Semenya deberá reducir los niveles de testosterona en su organismo si quiere seguir compitiendo. Así lo ha determinado el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que no ha aceptado la petición de la sudafricana y de su federación de considerar las normas y las pruebas a las que se someten las atletas intersexuales como "discriminatorias, innecesarias, irrespetuosas y desproporcionadas".

El TAS admite así la normativa de la IAAF en la que señala que la diferencia entre las categorías masculina y femenina es el nivel de testosterona, por lo que Semenya deberá medicarse a partir de ahora. La respuesta de la atleta al veredicto ha sido un tuit con una frase: "A veces es mejor reaccionar con ninguna reacción".

El síndrome de hiperandrogenismo, o exceso de testosterona en el cuerpo de una mujer, ha hecho que la IAAF se viera obligada a crear un reglamento en 2018 para poner límite a la participación de deportistas intersexuales en pruebas desde los 400 metros a la milla. El límite de testosterona para una atleta que quiera competir en categoría femenina son 10 nanomoles/litro de sangre.

El TAS admite que la normativa es discriminatoria, pero se hace para proteger al deporte femenino, que era una de las peticiones bajo las que se escudaban personalidades como Paula Radcliffe, que había pedido el veto a atletas como Semenya.

"Las normas son discriminatorias, pero la mayoría del tribunal considera que, en base a las pruebas presentadas, tal discriminación es un medio necesario, razonable y proporcionado para lograr el objetivo que persigue la IAAF de preservar la integridad del atletismo femenino en determinadas pruebas", consideran en el escrito del TAS.

No obstante, también admiten que hay una cierta preocupación acerca de las pruebas sobre los niveles de testosterona, y admiten que este tipo de regulaciones serán "un documento vivo" que puede ir cambiando en el futuro.

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