Son las nueve y media de la mañana: los primeros jugadores llegan a la Ciudad Deportiva del Madrid. A desayunar.
Tras un éxito deportivo confluyen factores que poco tienen que ver con un gol, canasta o disparo. En el caso del Real Madrid, hay que rebuscar en una metamorfosis grupal. Hablando claro y sin enrollarse: antes, cada uno iba a su bola; ahora, es una gran familia, todos a una. Ese proceso de agrupamiento en el vestuario comenzó con Capello, pero ha sido Schuster y su cuerpo técnico quien lo ha explotado.
Son las doce y media, una, y el entrenamiento acaba. «El 80% de los jugadores, o más, comen juntos en el comedor», comentan en el Real Madrid, «y eso es importantísimo para unir a la gente».
Después de la paliza táctica de Schuster y física de Di Salvo, el doctor Luis Serratosa toma el mando. «Yo hago los menús cada día y todos los jugadores lo toman tal cual», cuenta a 20 minutos. Y ¡ay! del que no mantenga la línea, «en algunas ocasiones vamos a sus casas y le decimos a su mujer qué cocinar y cómo hacerlo».
¿Menú a la carta? «Solemos variar para que no se harten a pasta, pero es lo que más toman. La bolognesa y los espaguetis con tomate y aceite triunfan en el vestuario. El énfasis por una comida sana y de calidad llega hasta el pitido final del árbitro. Se acabó el bocata: «Les preparamos pasta caliente y una sopa. Es gasolina para recuperarlos y energía para evitar lesiones».
También hay prohibiciones: nada de bollos, carnes y pescados grasos, nata... La pregunta es inmediata: ¿Cuántas veces se saltaron esas normas Cassano y Ronaldo? «No tantas como se cree. Todo era cuestión de su moral: Si estaban con ganas, comían a tope, si se desmoralizaban...».
Son las tres de la tarde. Los jugadores apuran el yogur y se terminan la manzana.
Qué le gusta a cada uno
En el vestuario de Valdebebas hay mil gustos culinarios.
Diarra.- Al de Malí le pirra el salmón.
Cannavaro.- Siempre pide la pasta en su punto, lógico viniendo de Nápoles.
Brasileños y argentinos.- La carne es su pasión, tienen buenos hábitos alimenticios, como los holandeses.
Los españoles.- Pasta y arroz blanco.
Y de beber, un vaso de vino
A la hora de elegir qué beber durante las comidas junto a sus compañeros, los futbolistas del Real Madrid tienen también gustos diferentes. «Los jugadores sobre todo toman agua, pero hay muchos que se decantan por un vasito de vino o una cerveza. Tomado en esa medida, un vaso al día tiene efectos positivos, y eso está estudiado», comenta el doctor Serratosa, antes de aclarar que esos hábitos se acaban por completo en las concentraciones, donde «el alcohol está totalmente prohibido».
Robinho. Se pierde el Roma
Una microrrotura en la fascia del músculo recto abdominal. El parte médico de la lesión de Robinho fue peor de lo esperado. Estará diez días de baja, por lo que tiene casi imposible estar en la Champions ante el Roma.
Robben. Muy muy feliz
El extremo holandés Robben fue el gran protagonista del día en Valdebebas. «Estoy muy, muy feliz porque por fin me siento parte importante del equipo. Y creo que puedo dar mucho más a partir de ahora».
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