La Copa puede salvar la primera temporada de Raúl en el Schalke

  • Jugará este sábado en Berlín contra el Duisburgo, un equipo de Segunda.
  • Cuando el equipo ha rendido, Raúl ha sido clave. Trece goles en la Bundesliga, 5 en la Liga de Campeones y uno en la Copa de Alemania dan muestra de su rendimiento.
Raúl celebra su gol ante el Inter.
Raúl celebra su gol ante el Inter.
EFE
Raúl celebra su gol ante el Inter.

La final de la Copa de Alemania, que el Schalke jugará este sábado en Berlín contra el Duisburgo, puede terminar salvando la primera temporada de Raúl en el club de Gelsenkirchen, que, en lo que se refiere a la Bundesliga, ha estado claramente por debajo de las expectativas.

A Raúl hay que abonarle que permanentemente ha dado la cara -con ello se ha ganado a la afición del Schalke- e incluso en los peores momentos, cuando el club estaba en la parte más honda de la tabla, era de los que más trabajaban, con la misma naturalidad que si estuviera acostumbrado a pelear contra el descenso.

Cuando el equipo ha rendido, Raúl ha sido clave. Trece goles en la Bundesliga, 5 en la Liga de Campeones y uno en la Copa de Alemania -el gol que eliminó al Bayern- dan muestra de su rendimiento. Cuando el equipo estaba de capa caída, Raúl era de los que más luchaban.

El Schalke empezó la temporada con intenciones de pelear el título liguero pero las cosas se le enredaron desde el comienzo.

El avance que tuvo el equipo en la Liga de Campeones -llegó a semifinales- y en la Copa de Alemania -en su camino a la final dejó en la cuneta al Bayern gracias a un gol de Raúl- sirvió para calmar un poco los ánimos.

El cambio de entrenador, con el cese espectacular de Felix Magath y el fichaje de Ralf Rangnick, no pareció traer una crisis sino que en un comienzo, por el contrario, pareció dar alas al Schalke, que en los siguientes partidos aseguró la permanencia y, para sorpresa de todo el mundo, echó con autoridad al Inter de Milán de la Liga de Campeones.

Todo parecía en orden. La Bundesliga era un accidente y los más optimistas se atrevieron incluso a soñar con lo que parecía imposible, que era ganar la Liga de Campeones, como contra todo pronóstico el Schalke había ganado, en medio de una mala temporada liguera, la Copa de la UEFA en 1987.

Para acercarse al sueño de la Liga de Campeones el equipo contaba con un talismán que era Raúl, una leyenda viva de la competición que, con la camiseta del Schalke, siguió sumando goles en la misma, convirtiéndose en el máximo goleador de la historia de las competiciones europeas.

Había un misterio que nadie se explicaba y era por qué el equipo era más en la Liga de Campeones que en la Bundesliga. Una teoría era que a muchos de los nuevos jugadores les faltaba motivación para el torneo doméstico. Raúl, sin embargo, estaba fuera de toda sospecha. Bastaba con ver cómo corría en cada partido, así estuviera jugando contra el St.Pauli.

En todo caso, llegó el momento del despertar: en los dos partidos contra el Manchester United las limitaciones del Schalke quedaron al desnudo. No bastó, en el primer partido, una increible actuación de Manuel Neuer para salvar al Schalke de una clara y merecida derrota en casa (0-2) y en la vuelta hubo incluso goleada.

El ManU había dejado claro que el Schalke no estaba para alturas grandes y que tal vez hubiera hecho mejor en concentrarse más en el torneo doméstico, en el que, sin aspirar ni temer ya nada, había entrado en un periodo de relajación.

Mala racha

Los últimos seis partidos, los dos contra el Manchester y cuatro en la Bundesliga, el Schalke los ha saldado con derrotas. Un récord poco estimulante de cara a la final de la Copa de Alemania, en la que ahora el Schalke se jugará prácticamente toda la temporada.

El Schalke partirá como claro favorito. El Duisburgo es un equipo de segunda división que ni siquiera ha logrado el ascenso en esta temporada. Sin embargo, eso no alivia los temores de un fracaso, sino que incluso los hace más grandes porque, además de quedarse sin la Copa y sin jugar en Europa, se convertiría en el hazmerreír de todo el mundo al fracasar ante un rival de poco peso.

El director deportivo del Schalke, Horst Heldt, ha advertido que después de una fase como la que lleva el equipo resulta difícil "cambiar al chip" de cara al partido que será sin duda el más importante de la temporada.

El Schalke ha ganado cuatro veces la Copa de Alemania. Raúl, y eso es un dato curioso, nunca ganó la Copa del Rey y mañana podría obtener su primer título copero.

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