Después de la decepción del equipo masculino, es el turno de las chicas. España empieza este sábado su participación en el Mundial de baloncesto femenino con unas expectativas muy altas después de su victoria en el pasado Eurobasket pero con la cautela suficiente para saber que hasta espera un camino muy duro para llegar al sueño de las medallas.

El debut será el sábado (15.15 horas) ante el, a priori, rival más sencillo del grupo, Japón, mientras que después vendrán dos durísimos enfrentamientos ante Brasil el domingo (20.15 horas) y finalmente el martes a las 15.15 horas ante la República Checa, actual subcampeona del mundo.

La primera plaza del grupo dará el pase directo a los cuartos de final, mientras que la segunda y la tercera dan acceso a una eliminatoria para lograr clasificarse entre los ocho mejores equipos.

España, que en el último campeonato del mundo logró la medalla de bronce, llega esperanzada con un equipo joven y con talento en el que destacan principalmente dos figuras: Alba Torrens, mejor jugadora del pasada campeonato de Europa, y Sancho Lyttle, que fue elegida como la mejor pívot.

Lyttle, nacida en Kingstown (San Vicente y las Granadinas), logró la nacionalización en 2010 y su incorporación al equipo español supuso un salto de calidad. El bronce en el pasado Mundial de 2010 y el oro del Eurobasket 2013 así lo atestiguan. Tras finalizar la temporada en la WNBA hace apenas un mes, Sancho se ha incorporado un poco más tarde a la concentración española y no ha realizado la gira con el equipo para poder tomarse un respiro, pero sin duda esperarla merece la pena y mucho.

Su último partido ha sido hace casi un mes. ¿Ha podido descansar lo suficiente? ¿Qué tal llega al torneo?

He descansado, pero también he trabajado para no estar fuera de forma.

¿Quizás veamos por ello a la major Sancho Lyttle en la parte final del torneo?

No puedo hacer promesas, los otros equipos me habrán hecho un buen 'scouting' (estudio de su juego), así que será más difícil para mí que el año pasado en Francia (fue elegida mejor pívot del Eurobasket de 2013). Tratarán de frenarme para que no pueda desarrollar mi juego.

Este es el primer campeonato en el que España no cuenta ni con Amaya Valdemoro ni con Elisa Aguilar. Usted tiene 31 años y es una de las veteranas del equipo. ¿Siente por ello más responsabilidad ahora?

No, yo creo que no. Hay una barrera lingüística para mí (tiene el español muy olvidado, por lo que habla en inglés), por eso no siento esa responsabilidad de ser una de las veteranas. No puedo realmente decirle a mis compañeras qué hacer.

¿Cómo es su español actualmente? ¿Se puede comunicar bien con sus compañeras?

Lo suficiente. Pero ellas hablan en inglés también, así que vamos mezclando el inglés y el español.

Haciendo pareja con Alba Torrens, logró ganar la Euroliga el pasado mes de abril con el Galatasaray. A ello hay que unir que juntas también ganaron el oro en el pasado Eurobasket. ¿Se han convertido en un dúo imparable?

No lo sé, tendrías que preguntarle a los rivales. A Alba le gusta mucho jugar al contragolpe y yo tengo un estilo diferente, así que son dos estilos distintos que los demás equipos tienen que frenar en cada momento.

En España teníamos una alta expectativa con el equipo español masculino que acabó en decepción con la derrota en cuartos ante Francia. ¿Serán ustedes la que se tomen la revancha del baloncesto español?

La selección femenina de baloncesto ha tenido muchos éxitos en los últimos años. Cada vez que salimos a la pista solo pensamos en ganar, como los demás equipos, así que cuando el torneo finalice es cuando haremos balance de lo que hemos hecho.

¿Qué cree que les pasó a los chicos? ¿Un exceso de confianza, quizás?

No lo sé, no pude ver el Mundial masculino presencialmente. Lo único que puedo decir es que cada equipo puede complicarte y tienes que jugar al máximo.

Estados Unidos perdió su primer partido en muchos años el pasado domingo ante Francia. ¿Es posible para España ganarle?

Es posible, pero ese no es más que un partido más. Si nos toca contra ellos veremos vídeos suyos, observaremos qué cosas hacen como contra cualquier otro equipo. Un torneo es un torneo y ellas tienen mucho orgullo como para que les afecte una derrota.

En el torneo masculino se vio una gran diferencia entre Estados Unidos y el resto de selecciones. ¿Pasará lo mismo en el Mundial femenino?

No estoy muy segura. Estados Unidos es un equipo que se siente muy orgulloso de sí mismo cuando gana y cuando saltan a la cancha saben lo que tienen que hacer, así que los demás equipos lo que tienen que hacer es exactamente lo mismo y no pensar en si les ganan o no. Al final del partido puedes no vencer pero eso no importa.

En los hombres la diferencia física es grande, los americanos son más fuertes y grandes. Anotar canastas es lo que se les da bien y los demás equipos trataron de pararles pero fue imposible. Para los próximos años los demás equipos mejoraran solo por haber visto jugar a los americanos.

¿Cuál es el objetivo de esta selección española? ¿La aspiración es una medalla?

No hay que esperar una medalla. Si esperas el oro y después caes... En Francia (el pasado Eurobasket) solo buscamos una medalla y ganamos. En el pasado Mundial ganamos el bronce, y es lógico pensar en por qué no ganar esta vez la plata o incluso el oro, pero yo solo voy a salir a jugar al máximo, el resto pues ya veremos qué llega.

Japón, Brasil y la República Checa son sus rivales en la fase de grupos. Les ha tocado un grupo muy complicado.

Sí, pero es lo que vengo comentando, todos los equipos vienen a ganar, ya sea Japón o un equipo que nunca ha ganado ni un partido. Nunca hay que pensar en si es un grupo fácil o difícil, solo saltar a la cancha y jugar.

Las mujeres españolas están cosechando numerosos éxitos en los últimos años. Ahora el público espera que el baloncesto siga esa senda...

¡Pero nosotras ya estábamos en esa senda! Aún así, no hay que esperar demasiado, o hablar todo el rato del oro, pues sería una decepción si no lo consigues. Hay que esperar ganar cada partido y así es como llega el oro. Intenta ganar y todo lo demás llegará después.