Las causas de su muerte se desconocen aún, pero ya se habla de las exigencias físicas a las que están sometidos los jugadores de este equipo, ya que Walker es el segundo jugador que fallece esta temporada por muerte súbita. En octubre de 2008, Adam Watene, de 31 años, murió de una parada cardiaca mientras se entrenaba en el gimnasio.
Ahí no terminan las desgracias ya que Jamie Rooney, otro integrante de los Wakefield Wildcats, estaba siendo operado de una rodilla cuando su corazón se detuvo durante treinta segundos.
Así las cosas, la Rugby Football League (RFL) ha decidido abrir una investigación para aclarar las causas de la muerte de Walker.
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