Philippe Gilbert protagonizó el martes una de las caídas más espeluznantes de la presente edición del Tour de Francia. El corredor del Quick Step no controló en un giro que cogió a gran velocidad y se chocó contra un muro, cayendo hacia el otro lado, una zona frondosa.

Todo apuntaba, por la naturaleza de la caída, a que Gilbert no podría continuar, pero salió aparemente ileso, recogió su bicicleta y continuó con los 60 kilómetros que restaban aún de etapa.

Un acto heróico de por sí al que este miércoles se le ha unido aún más epicidad: ¡se había roto la rodilla!

Tal y cómo él mismo ha contado en las redes sociales, se rompió la rodilla en la caída aunque eso no le impidió seguir. Su intención, de hecho, era continuar en el Tour a pesar de todo, pero los médicos se lo han impedido.

Ha compartido una foto en la que se ve cómo quedó su rodilla izquierda tras 60 kilómetros de pedaladas con ella rota. Impresionante.