Robinho no está a gusto en el Manchester City. El brasileño abandonó el pasado martes la concentración del equipo en Tenerife y no volverá hasta mañana. Por ello, su club le ha impuesto una multa de 32.0000 libras (unos 34.000 euros).

Pero, según fuentes cercanas al jugador, eso no es lo que más le importa el brasileño. Aunque su entorno intenta desmentir las informaciones, algunos "íntimos" de Robinho aseguran a The Sun que "a Robinho el club le aseguró que contrataría a los mejores jugadores del mundo, y Kaká era el primero de la lista".

Además, el diario inglés le define así: "Robinho ha pasado a ser un jovencito deprimido, que apenas tiene comunicación con Mark Hughes, y es rechazado por el vestuario, cansado de sus malabares con el balón en los entrenamientos y que acuda a los partidos en vaqueros cuando los demás tienen que ir en traje oficial".

Según el diario, Robinho quiere irse al Chelsea y habla con Scolari todos los días para pedirle ayuda.