Frank Rijkaard ha pedido a sus jugadores abandonar el estilo de juego que caracterizaba al equipo en los últimos años, para buscar una efectividad mayor y lograr así resultados contundentes.

"A veces hay que olvidarse del juego bonito y luchar para todo lo demás", sentenció Rijkaard. El holandés, sin embargo, matizó: "nuestra intención siempre es jugar de manera atractiva y ganar, pero a veces, ante determinados rivales, no posible. Es cuando hace falta más lucha, mentalidad y trabajo. Más organización. Pero no quiero que se me malinterprete, no tengo nada en contra del juego bonito".

Tras el empate en Valladolid (1-1), que volvió a despertar ciertas dudas en torno al equipo azulgrana, el técnico holandés no dudó en exigir más sacrificio a sus jugadores. Y en vísperas de recibir al Betis, insistió en que el Barcelona debe tener un punto más de agresividad, aunque matizó que especialmente en los partidos fuera de casa.

Rijkaard explicó que el Barcelona cambia tanto cuando juega lejos del Camp Nou porque "los rivales juegan muy directo, con presión, son partidos más físicos, de segunda jugada, de agresividad", por lo que exigió a los suyos "más mentalidad y trabajo", sobre todo ante equipos "con menos fama sobre el papel".

En casa, sin embargo, Rijkaard insistió en que el equipo debe aprovechar "la posesión del balón" para "jugar bien, marcar lo antes posible y acelerar para lograr el segundo gol y matar el partido".

Sobre el rendimiento de Ronaldinho, Rijkaard celebró que el brasileño esté en el camino de su mejor versión. "Está mejorando y sigue creciendo. Es un jugador importante para el equipo y para el club, y él reconoce su importancia y su responsabilidad como tal. Ojalá que poco a poco siga yendo a más y pueda coger nuevamente su ritmo", deseó.