María José Rienda dejará de sufrir

  • La esquiadora granadina vuelve a la alta competición.
  • Será este sábado en Soelden, Austria, donde disputará un gigante.
  • Sufrió una lesión de rodilla en 2006 y lleva dos años de parón.
Rienda posa ante el pico Veleta. (ARCHIVO)
Rienda posa ante el pico Veleta. (ARCHIVO)
PACO AYALA
Rienda posa ante el pico Veleta. (ARCHIVO)

Risueña, agradable y muy positiva. Así es María José Rienda, la que hasta ahora sigue siendo la esquiadora española con más victorias en la Copa del Mundo (seis, en total). Charlar con ella unos instantes bastan para comprender que un deportista vive por y para la competición y que hablar de cosas negativas queda terminantemente prohibido: "Sólo pienso en regresar, no en más recaídas".

Este sábado vuelve a deslizarse al más alto nivel de competición en Soelden (Austria), en el gigante (su prueba favorita), después de un tortuoso camino de recuperación de dos años larguísimos tras una grave lesión de rodilla que sufrió en el año 2006.

"Es pronto para esperar algo, pero ya no siento dolor. El trabajo lo llevo hecho", confiesa sonriente esta granadina de 33 años, después de superar la que para ella ha sido la prueba más difícil de su vida. "Se te llegan a pasar muchas cosas malas por la cabeza, quizá demasiadas, pero nunca he tirado la toalla. Siempre he sido una persona muy positiva".

Una nueva etapa

Realista en su regreso, su misión pasa únicamente por volver a sentir la nieve como antes, recuperar sus mejores sensaciones y borrar de un plumazo la cara oscura del deporte de élite. "La idea es clasificarse. Todo lo que venga es un regalo. Ha sido una odisea de dos años y no ha ido todo lo bien que esperaba, pero ya está", confiesa con cierto desahogo y con los ligamentos totalmente recuperados desde su Granada natal, su ‘pequeño paraíso’.

Tengo dos buenos años por delante, incluyendo los Juegos Olímpicos

Esta ‘vida’ arranca con nuevo técnico y con la mirada puesta en sus quintos JJ OO. "Nace una nueva etapa. Cambiamos de entrenador y tengo dos buenos años por delante, incluyendo los Juegos Olímpicos", apunta.

Aunque la barrera sicológica parece ser clara, y no titubea al mencionarlo una y otra vez: "Dos años parada es mucho tiempo". Pero su resignación no va más allá y apunta, casi sin darse cuenta, de dónde ha sacado el ánimo y la vitalidad. "Mi rodilla y mi marido se llevaron todo mi tiempo de recuperación".

"No quería ser madre, sólo volver"

Tener descendencia y mantenerse en la élite del deporte sigue siendo una de las asignaturas pendientes de los profesionales y una de tantas ocupaciones en las que conciliar profesión y familia parece ser secundario. "No se puede ser madre y llevar la carrera a la vez. Algunos, que viven en zonas con más nieve lo han intentado, pero es complejo". En el momento de su lesión, con 31 años de edad, Rienda consideró que aún no era el momento. "Cuando me lesioné no quería tener hijos, sólo quería volver".

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