El base español Ricky Rubio completó su primer entrenamiento de contacto con el resto de sus compañeros de los Timberwolves de Minnesota después de ocho meses de ausencia de la competición y se mostró "muy feliz" y sonriente de como le había respondido su rodilla izquierda.

Rubio, que pasó por el quirófano el 22 de marzo para ser operado de la rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla, mostró que para nada ha perdido sus instintos en el manejo del balón, la visión del juego y la manera tal especial que tiene para dirigir a sus compañeros.

Aunque tendrá que tener paciencia hasta que consiga alcanzar su mejor forma en cuanto a la velocidad que poseía antes de la lesión, Rubio dejó la mejor impresión y también feliz al entrenador de los Timberwolves, Rick Adelman, que estaba preocupado por la manera como podía reaccionar el jugador español en su primer contacto con el trabajo duro de la preparación junto al resto de compañeros.

Rubio, de 22 años, entrenó este domingo, por primera vez y dijo a los periodistas al concluir la sesión de trabajo que la rodilla le había respondido "muy bien".

Pero también fue categórico cuando dijo que no sabía cuando podría volver a la competición con el equipo y jugar el primer partido, para reiterar que será todo lo paciente que pueda y más con el objetivo de asegurar que esté completamente recuperado de la peor lesión que ha sufrido como profesional.

La recuperación y la vuelta de Rubio a la competición se considera vital para los Timberwolves (7-8) en su objetivo de esta temporada poder luchar por estar en la fase final.

A pesar de las bajas por enfermedad del ala-pívot Kevin Love y del alero ruso Andrei Kirilenko -espasmos en la espalda-, la presencia de Rubio en el entrenamiento lleno de entusiasmo y ilusión al resto de los compañeros presentes en el entrenamiento.

Rubio participó en el entrenamiento de cinco contra cinco y luego siguió por otra hora más corriendo y haciendo tiros para ir acondicionando las piernas al nivel que tenía de antes que se lesionase.

Pero al concluir el trabajo reconoció que de vez en cuando tenía ciertas molestias en la rodilla, pero que los preparadores físicos del equipo consideraban que era algo normal que sucede con el tejido que está cicatrizando después de haberse roto y operado.

"Por un tiempo me voy a sentir un poco raro, pero luego hasta que la rodilla no esté en plenitud no jugaré", valoró Rubio. "Lo que si puedo decir es que hoy estoy muy feliz por lo realizado".

Rubio reconoció que la recuperación mental para este tipo de lesión es mucho más importante que la física ya que cuando estás en el campo tienes que tener toda la confianza y seguridad que puedes hacer los que deseas.

"No debo tener limitaciones, todo lo contrario, debo estar seguro que puede hacer lo antes y mucho más cuando llevo el balón y penetro a canasta", explicó Rubio. "Me he sentido muy bien, pero deseo estar perfecto y para eso tengo que trabajar muy duro y ver hasta donde puedo llegar".

La realidad es que tanto los directivos, Adelman y Rubio consideran que no se puede hacer ningún tipo de predicción en cuanto a la fecha en la que podrá volver a jugar un partido oficial.