Una treintena de ultras que dicen ser hinchas del Atlético de Madrid fueron detenidos el pasado martes en Brujas antes del partido de Champions League entre ambos equipos por realizar el saludo nazi ante la policía belga. Entre ellos se encontraba Ricardo Guerra, quien en 1998 asesinó de una puñalada al aficionado de la Real Sociedad, Aitor Zabaleta, en los alrededores del Vicente Calderón.

Según informa ABC, el que fuera miembro del grupo fascista Bastión aprovechó el tercer grado del que disfruta para viajar a Bélgica junto a los Suburbios Firm, un peligroso grupo de extrema derecha que fue expulsado del Frente Atlético. Todos ellos son grupos para los que el fútbol es una simple herramienta para generar violencia, como quedó demostrado una vez más.

Los radicales desplazados a Brujas provocaron a la Policía belga realizando repetidamente el saludo nazi en los alrededores del estadio, por lo que fueron detenidos. La Policía belga explicó a la prensa de su país de que estaba al tanto de la visita de “un grupo de extrema derecha”, por lo que decidió “no tomar riesgos”.

Fuentes policiales confirmaron a ABC que Guerra tenía otras causas judiciales abiertas cuando fue juzgado por el asesinato, por lo que el tribunal hizo una “refundición de condena” y fue condenado a 17 años. Tras ocho años de prisión ininterrumpida se encuentra en tercer grado en un centro de inserción social.

Así, solo unos pocos días después del vigésimo aniversario del asesinato de Aitor Zabaleta, su asesino aprovechó el tercer grado para desplazarse a Bélgica. En caso de que su viaje no tuviera el visto bueno del juez de vigilancia penitenciaria, Guerra podría volver a prisión.